No hay indicador de la economía interna que sea fuerte por si mismo y que pueda sustituir los ingresos por la exportación de crudo, indica el coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la UNAM.
En el cierre de 2021, el gobierno federal presentó con bombo y platillo un decálogo de tareas para la “recuperación” de Petróleos Mexicanos (Pemex); uno de los puntos que está generando mayor preocupación es que este año se plantea una reducción drástica en las exportación de crudo y que se deje de hacerlo en 2023 para procesarlo en su totalidad en el Sistema Nacional de Refinación (SNR).
Una de las principales trabas que se observa para este plan del presidente Andrés Manuel López Obrador es que no hay las condiciones para que esto ocurra y sería un impacto negativo a las finanzas públicas justo en el inicio de la recuperación económica tras la pandemia de Covid-19.
Para José Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la UNAM, el que México deje de exportar crudo no es tan sencillo, pues dejarían de ingresar entre 15,000 y 20,000 millones de dólares al año (dependiendo del precio del barril) .
Se tendría que buscar de manera interna cuál sería el sector que sustituiría esta entrada de recursos que se dan a través de la venta de crudo”, comenta a Forbes México.
De acuerdo con sus cálculos, el PIB de México tendría que estar creciendo un punto porcentual extra de lo que se estima cada año para poder generar esa riqueza que representa la exportación del crudo.
La comercialización del petróleo mexicano en el exterior es de relevancia, tan es así que el precio del barril es uno de los tres principales indicadores que se esperan cuando cada año se entregan los Criterios Generales de Política Económica.
No hay indicador de la economía interna que sea fuerte por sí mismo y que pudiera sustituir este recurso, es muy peligroso dejar la exportación de cara a 2023-2024, en el sentido en que para estos años la economía tendría un crecimiento prepandemia, (…) no es tan atractiva la propuesta del presidente”, consideró el coordinador del Lancen.
Golpe para Pemex
Ignacio Martínez apunta que esta medida de parar la exportación de petróleo también afectaría los bonos y sería más presión a la deuda de Pemex porque dejan de entrar ingresos en dólares.
La deuda de Pemex al tercer trimestre de 2021 se situó en casi 2.3 billones de pesos, de los cuales 86% están en otra moneda, principalmente en dólares.
En el plan de negocios de la petrolera de este año ya deberían contemplarse las acciones para que no se afecte a Pemex y asegurar que el mercado nacional le estaría otorgando un fuerte ingreso para no afectar su capitalización.
Esto porque por cada dólar que entra a la Empresa Productiva del Estado por la venta de crudo, una parte se destina a su gasto corriente y otra, a su capitalización, dice Martínez.
Además no hay garantía para que en este lapso que plantea el gobierno federal para dejar de exportar crudo, Pemex tenga la tecnología para que pueda lograrlo.
Según las estimaciones del gobierno, al cierre del sexenio se refinará la producción total del crudo del país, una previsión de 2 millones de barriles diarios.
Con ello, se llegaría al 86% la utilización de la capacidad de proceso de crudo del SNR, al cual se integrarían la refinería de Deer Park de Texas y la de Dos Bocas, actualmente en construcción.
Martínez refiere que si este plan ambicioso se logra, sí sería un punto a favor, pues se dejarían de importar petrolíferos, principalmente gasolinas.
Pemex calcula que entre 2022 y 2024 requiere 920,300 millones de pesos para la producción y comercialización de crudo, así como para la rehabilitación del SNR.
Salida del mercado internacional
De concretarse el plan de López Obrador, el país estaría abandonando el mercado internacional de crudo y dejando los compromisos que tiene con varios países, a los cuales ya debería estar avisando de sus intenciones.
En caso de que México concreté el plan de dejar de exportar crudo y luego en 2025 con otra administración quisiera regresar, su oferta ya estaría cubierta por otros países; “ya no tendría el espacio que en ese momento”, advierte Martínez.
México, considera, tiene peso en el comercio internacional de crudo, por eso se ganó un lugar dentro de la OPEP+ (integrada por países OPEP y no OPEP), mismo que perdería al dejar de vender petróleo al exterior.
De enero a noviembre de 2021, Pemex exportó en promedio un millón de barriles de crudo, 8.2% menos que en el mismo lapso de 2020, pero las ganancias son mayores debido al alza en los precios del petróleo. Los envíos al exterior representan alrededor de 60% de su producción total.
Por región, la mayor exportación es para América, donde su principal cliente es Estados Unidos; luego, Asia y en tercer lugar, Europa.
Tapia, Patricia. (06 de enero de 2022). Dejar de exportar crudo, una riesgosa apuesta de México; no hay condiciones. Forbes México. Recuperado de: https://www.forbes.com.mx/dejar-de-exportar-crudo-una-riesgosa-apuesta-de-mexico-no-hay-condiciones.