Los fundadores que se atreven a acceder a financiación durante las recesiones a menudo emergen como los más resilientes y exitosos en el largo plazo.
Los tiempos de incertidumbre son una circunstancia que afecta a cualquier industria, en especial a la de los negocios, y nadie está exento de verse afectado por una situación de crisis. Es por ello que en el sector empresarial, es importante mantener los objetivos y el foco en gestionar una manera para salir adelante y lograr cumplir con la meta establecida de crecimiento. Han sido muchas las grandes empresas que aprovecharon la oportunidad para lanzar sus ideas, forjando imperios y compañías de renombre.
Como muestra de superación de tiempos de incertidumbre se encuentran algunas empresas de renombre: General Motors, Burger King, CNN, Uber y Airbnb, todas ellas fundadas en tiempos donde la economía pasaba por un periodo de crisis. En el caso de GN, fundada en 1908, cuando la economía de los Estados Unidos estaba en crisis tras lo que se denominó el «Pánico Financiero de 1907«. Seguidamente, Burger King lanzó su primera hamburguesa en 1953, cuando Estados Unidos estaba de nuevo en recesión, y CNN comenzó sus emisiones de noticias en 1980, cuando la inflación en Estados Unidos alcanzó casi el 15%.
Mientras tanto, aquellas compañías basadas en tecnología como Uber y Airbnb establecieron su entrada al negocio durante la crisis financiera mundial del 2007. Todas estas empresas son ejemplos de lo que se puede lograr cuando se habla de conseguir capital en tiempos en los que algunos fundadores piensan que es imposible.
Por eso, tras la llegada del COVID-19 y lo que se conoció como el cisne negro del siglo, existe una oportunidad para establecer ideas y conseguir acceso a inversiones, lo que se traducirá en un momento ideal para lanzar grandes empresas. He aquí tres razones por las que hoy es uno de los mejores momentos para conseguir financiación:
1. Menos competencia para acceder a financiación
En tiempos de crisis, como la situación que se está viviendo actualmente, las ofertas de financiación tienden a tener una pausa, y los inversores optan por realizar un enfoque más cuidadoso a la hora de decidir en qué invertir. Esto también se ve evidenciado en que muchas personas pasarán a manejar sus propios negocios, o ser sus «propios jefes». Sin embargo, con menos oportunidades de financiación, la recesión económica disuadirá a muchas personas de su idea de emprender y buscar financiación.
Pero la buena noticia es que a la hora de tener menos competencia para acceder a financiación, las oportunidades de poder lograr el acceso a capital crecen. Es aquí donde las startups en busca de inversión deben profundizar en su idea de negocio y la manera en que la comunican, esto con el objetivo de llamar la atención de aquellos fondos que están centrados en ideas potencialmente exitosas.
2. Los emprendedores falsos salen del camino
Los tiempos de crisis también se prestan como una pieza clave para poner a prueba la capacidad, el compromiso y la autenticidad de los emprendedores. Muchas de las startups que consiguen capital en tiempos de bonanza, salen rápidamente del mercado en una crisis, esto por la falta de motivación y capacidad de lidiar con un momento económico difícil, lo que de cierta manera genera una zona de confort para el emprendedor y su compañía.
Las compañías dirigidas por emprendedores que han enfrentado y superado desafíos financieros tienden a ser más resilientes y a tomar decisiones más acertadas a medida que crecen. Por lo tanto, en lugar de temer las recesiones, es importante verlas como oportunidades para mostrar su valor y fortaleza en el mundo empresarial.
A veces, estar demasiado tiempo en la zona de confort puede significar que carece de la motivación necesaria para llevar el negocio al siguiente nivel. Con menos opciones, tienen mejores razones para esforzarse más y es más probable que hagan todo lo posible para que su negocio sea un éxito.
3. Recaudar financiamiento ahora, igual a tener menos probabilidades de fracaso en el futuro
Lo que comúnmente se conoce como una «ronda a la baja» es lo que en el mundo de los negocios llamamos una ronda de financiación que alcanzó una valoración inferior a la recibida anteriormente. Por eso, en teoría, las acciones y el valor de la compañía tienden a valer menos. Cuando una compañía llega a este punto, los inversores y fundadores deben buscar una solución.
Por eso, acceder a una ronda alta de capital de riesgo desde el principio puede acabar con cualquier empresa. No sólo los inversores actuales se plantearían serias dudas sobre la posibilidad de «seguir» en la siguiente ronda de financiación, sino que los futuros inversores se preguntarán por qué la empresa no ha sido capaz de alcanzar los objetivos fijados en la anterior ronda.
En tiempos de crisis, es menos probable que los números se vengan abajo, y por eso es una buena oportunidad buscar financiación cuando los tiempos no están en época de bonanza, ya que de cierta manera las expectativas no serán las mismas a cuando se accede a una inversión de alto calibre.
Acceder financiación durante los buenos tiempos económicos puede ser un objetivo común para muchos fundadores, pero la realidad es que aquellos que se atreven a hacerlo durante las recesiones a menudo emergen como los más resilientes y exitosos en el largo plazo.
Los tiempos de crisis no sólo pueden separar a los verdaderos empresarios de aquellos que buscan ganancias rápidas, sino que también pueden servir como catalizador para el crecimiento y la mejora continua dentro de las empresas.
Artículo tomado de Entrepreneur, lea el original aquí.