Un empleado de Nvidia habría revelado por error un código fuente que pertenecía a su anterior empresa en una videollamada con trabajadores ¡de su antiguo empleador!
Hoy las empresas de tecnología mueven la aguja de la economía global. Su capacidad de desarrollar y aplicar tecnologías avanzadas transforma industrias y modifica la forma en que vivimos y trabajamos. Por ello su activo más importante, el código, es considerado como uno de los secretos comerciales más importantes del mundo, como antes (y hoy todavía) lo fue la fórmula secreta de Coca Cola. Y así lo demuestra una reciente polémica que derivó en una demanda contra Nvidia, el titán estadounidense del diseño y fabricación de unidades de procesamiento gráfico.
Esta semana se dio a conocer en Estados Unidos que Nvidia -que en la última década ha intentado diversificarse en el mercado automotriz, principalmente en el sector de la automatización- fue demanda por Valeo, una empresa francesa especializada en el diseño, fabricación y venta de componentes, sistemas y módulos para la industria automotriz, por el presunto robo de código fuente de sistemas avanzados de aparcamiento y asistencia a la conducción. Y todo se reveló durante una llamada de Microsoft Teams.
The Verge, un medio estadounidense especializado en tecnología, dio a conocer que el incidente inició cuando Mohammad Moniruzzaman, un antiguo empleado de Valeo y actualmente en las filas de Nvidia, reveló por error el código fuente que habría robado a su antiguo empleador durante una videollamada ¡con su anterior empresa! Valeo acusó que Nvidia se habría beneficiado de esos secretos comerciales. No solo eso, el empleado también habría extraído archivos de Word, PowerPoint, PDF y Excel “que explicaban varios aspectos de la tecnología” antes de unirse a Nvidia.
Lo más curioso del asunto es que el presunto robo de código se reveló durante una llamada entre empleados de Valeo y Nvidia, entre ellos Moniruzzaman, que estaban trabajando en un proyecto conjunto sobre asistencia de estacionamiento para un fabricante de autopartes no identificado. Nvidia había ganado el contrato para desarrollar el software, mientras que Valeo proporcionaría el hardware de los sensores ultrasónicos.
Según el texto de la demanda de Valeo, citada por The Verge, la reunión tuvo lugar el 8 de marzo del año pasado. Y esto fue lo que ocurrió ese día: “el Sr. Moniruzzaman, ahora empleado de Nvidia, asistió a la videoconferencia… y compartió la pantalla de su computadora durante la llamada. Sin embargo, cuando minimizó la presentación de PowerPoint que había estado compartiendo, reveló uno de los archivos de código fuente literal de Valeo abierto en su computadora.
“Tan descarado fue el robo del Sr. Moniruzzaman, que la ruta del archivo en su pantalla todavía decía ‘ValeoDocs’. Los participantes de Valeo en la videoconferencia reconocieron inmediatamente el código fuente y tomaron una captura de pantalla antes de que el Sr. Moniruzzaman fuera alertado de su error. Para entonces ya era demasiado tarde para cubrir sus huellas”.
Después de este incidente la policía alemana inició una investigación y “descubrió documentación y hardware de Valeo clavados en las paredes de la oficina central del Sr. Moniruzzaman” y el software y documentos presuntamente extraídos ilegalmente cuando trabajaba en Valeo fueron encontrados en su computadora Nvidia cuando fue incautada por los investigadores. Moniruzzaman, según la demanda citada por The Verge, admitió haber robado el software de Valeo cuando fue interrogado por la policía alemana.
El medio estadounidense detalló que la defensade Nvidia habría comunicado a los abogados de Valeo que “no tiene ningún interés en el código de Valeo ni en sus supuestos secretos comerciales y ha tomado medidas concretas para proteger los derechos afirmados de su cliente”, pero el argumento no fue muy convincente para Valeo que alegó que la empresa estadounidense se habría beneficiado del código ahorrando “millones de dólares en costos de desarrollo”.
Y más todavía, Valeo consideró que sería poco realista pensar que el código fuente presuntamente robado pudiera eliminarse por completo de las bases de datos de Nvidia después de “extensas ediciones y bucles de retroalimentación por parte de otros empleados”. Por ello, la empresa francesa busca una indemnización por presuntos daños y perjuicios y una orden judicial para evitar que Nvidia use o comparta secretos comerciales.
Sin duda este es un caso que los expertos en ciberseguridad pondrán de ejemplo durante sus charlas, ya que refleja la importancia de cuidar la propiedad intelectual, los secretos comerciales y la confidencialidad en las empresas. Es como si un empleado que conoce la fórmula secreta de la Coca Cola sale de la compañía para irse con la competencia sin que antes la empresa se asegure de cuidar la debida diligencia para evitar un caso como el que Mohammad Moniruzzaman reveló por error en una videollamada de Microsoft Teams.
Artículo tomado de Forbes, lea el original aquí.