Hay medicamentos que hay que tomar con el estómago lleno y otras que es mejor consumir en ayunas. También hay otras que es mejor no mezclar con el café porque las consecuencias pueden poner en riesgo el tratamiento y, por tanto, nuestra salud.
Hay muchas personas para las que la promesa de una taza de café caliente es el empujón que necesitan para poder salir de la cama por las mañanas. El desayuno es una de las comidas más importantes del día y en España es habitual que, tomemos lo que tomemos, lo hagamos acompañado de un café, tanto si optamos por tomar algo dulce como si optamos por un desayuno salado, con el que conseguir una buena cantidad de energía para afrontar el día.
Muchas personas disfrutan del café, tanto del que toman por la mañana como el que acompaña el aperitivo en los días frescos o el que se suele tomar después de comer, para encarar la tarde un poco más desiertos. Sin embargo, quienes tengan que tomar determinadas medicaciones tienenque asegurarse de que son compatibles con el consumo de esta bebida, porque en ocasiones, no lo tenemos en cuenta, lo que hace que pongamos nuestra salud en riesgo.
Cafeína: cuáles son sus efectos y qué pasa si tomamos en exceso
La cafeína es uno de los elementos clave del café, el motivo por el que mucha gente lo toma en busca de ese chute de energía que proporciona y que les ayuda a afrontar al el día, algo que se produce porque estimula el sistema nervioso central. También se trata de un diurético, lo que implica que ayuda al cuerpo a orinar más, aumenta la liberación de ácido en el estómago, puede interferir en la absorción del calcioen al cuerpo, impidiéndola y aumentar la presión arterial.
Un consumo moderado de café puede hacer que aprovechemos sus beneficios, como los antioxidantes y los beneficios de la cafeína, pero un abuso o consumo excesivo puede ser perjudicial para la salud a largo plazo. Una persona adulta puede consumir hasta 400 mg de cafeína al día sin que esta llegue a resultar dañina, esto equivaldría a cuatro tazas de café.
Un consumo excesivo de café (o cafeína) suele asociarse con determinados síntomas, como pueden ser insomnio o dolores de cabeza, mareos o ritmo cardiaco acelerado, inquietud y temblores, deshidratación, ansiedad e incluso se puede llegar a generar dependencia a esta sustancia. De hecho, si esto llega a pasar, dejarlo de repente puede generar dolores de cabeza, somnolencia, irritabilidad, náuseas y problemas para concentrarse, que tienden a desaparecer en pocos días.
Medicamentos que no hay que mezclar con café
Tendemos a pensar que en el cuerpo todo lo que tomamos se acaba mezclando, sin embargo, a la hora de tomar medicamentos esto hay que tenerlo más en cuenta, porque hay algunas sustancias que hacen que no se absorban como necesitamos, que pierdan efecto o que resulten dañinos para nuestro cuerpo en lugar de beneficiosos.
- Medicamentos para controlar la tensión arterial. En general, entre quienes padecen esta dolencia suele estar poco indicado tomar café, pues tiende a elevar la frecuencia cardiaca. Tomarlo con estos medicamentos puede alterar sus efectos y hacer que pierda eficacia.
- Medicamentos antidepresivos, ansiolíticos o somníferos. Del mismo modo que señalábamos antes, al tomar este tipo de medicamentos con café, estos perderán parte de su efectividad, por lo que se recomienda tomar el café un par de horas antes de la medicación o un par de horas después. Además, los taninos de la bebida pueden impedir la absorción completa de ciertos medicamentos.
- Medicamentos para la tiroides. Ciertos estudios han demostrado que tomar algunos de estos medicamentos con café o poco tiempo después impiden su absorción, reduciendo su eficacia.
- Medicamentos para el asma. Algunos broncodilatadores, como la aminofilina o teofilina, al combinarlos con el café pueden provocar dolores de cabeza o inquietud, además de que el café reduce su absorción.
- Medicamentos para resfriados y alergias. Estos medicamentos son muy habituales y muchos de ellos contienen sustancias estimulantes, que al tomarlas con el café podrían multiplicar sus efectos, haciendo que estos sean mayores, sobre todo aumentando síntomas como la inquietud o el insomnio.
- Tiene efectos adversos en diabéticos y, aunque no afecta a la medicación directamente, puede aumentar los niveles de insulina y azúcar en sangre.
- Las píldoras anticonceptivas pueden hacer que el cuerpo metabolice la cafeína más despacio, por lo que podría provocar dolores de cabeza y nerviosismo, entre otros síntomas.
No todos los medicamentos tienen los mismos componentes, por lo que si se está tomando algún tipo de medicación para alguno de estos casos, lo mejor es siempre consultar con el médico responsable o especialista, que será quien mejor puede explicarnos si la medicación que estamos tomando se puede mezclar con el café o es mejor esperar o eliminarlo de nuestra dieta.
Quién debe evitar o limitar el consumo de cafeína
Además de las personas que toman las medicaciones señaladas, otras personas que deben cuidar el consumo de café son las embarazadas o que estén dando el pecho, porque la cafeína podría pasar al bebé, quienes tienen problemas de sueño, migrañas, úlceras, arritmias o presión arterial alta. Tampoco es recomendable el consumo excesivo de cafeína en niños o adolescentes, que no solo encontramos en el café, también en otras bebidas.
Artículo tomado de 20minutos, lea el original aquí.