A pesar de que no llegará a la Luna, la misión de la UNAM tiene un nivel de éxito mayor al 50 %: Gustavo Medina Tanco, de Ciencias Nucleares
A pesar de que tuvo un exitoso despegue y de que el proyecto COLMENA de la UNAM ya inició sus investigaciones en el espacio profundo, la misión Peregrine no podrá completar su viaje de 46 días hasta llegar a la superficie lunar debido a una anomalía en su sistema de propulsión, de acuerdo con lo que informó la empresa Astrobotic por medio de su cuenta en X (https://twitter.com/astrobotic). Dicha compañía fue contratada por la NASA para encabezar la primera expedición comercial (no tripulada) en su historia hacia la Luna.
Las complicaciones iniciaron el pasado 8 de enero cuando el vehículo fue incapaz de conseguir una orientación estable hacia el Sol. El equipo a cargo de la misión realizó una serie de pruebas para determinar los alcances de la avería y determinó que ésta afectaba considerablemente las posibilidades de alcanzar su destino final.
Después de diversos análisis y pruebas se consiguió reestablecer la comunicación con Peregrine, aunque –según información de Astrobotic– “la falla dentro del sistema de propulsión está causando una pérdida crítica del propulsor. El equipo está trabajando para intentar estabilizar esta falla, pero dada la situación, hemos priorizado maximizar la ciencia y los datos que podemos capturar”.
Sobre el alunizaje proyectado, la empresa estadunidense señaló lo siguiente: “Lamentablemente, por la fuga de propulsor, no hay ninguna posibilidad de un aterrizaje suave en la Luna. Sin embargo, todavía tenemos suficiente propulsor para continuar utilizando el vehículo como nave espacial”. También añadió que sus técnicos trabajan para encontrar soluciones que permitan extender su viaje.
“Estamos a una distancia aproximada de 192,000 millas (308,994 kilómetros) de la Tierra, que es el 80 % de la distancia para llegar al satélite. Aunque nos acercamos a la órbita lunar, la Luna no estará allí. (…) Peregrine continúa perdiendo propulsor pero permanece operativamente estable y continúa recopilando datos valiosos. Estimamos que nos quedaremos sin propulsor en unas 35 horas”, anunció Astrobotic en la actualización que ocurrió ayer a las 9:56 de la mañana.
Tecnología miniaturizada
Mientras se intenta acercar a Peregrine lo más posible a la Luna, la misión COLMENA de la UNAM ha comenzado a realizar una serie de pruebas para operar tecnología miniaturizada en el espacio profundo, nunca efectuadas, y que permitirían cumplir con otro 25 % de éxito del proyecto.
Así lo informó en entrevista el responsable de la misión y jefe del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, Gustavo Medina Tanco, quien agregó:
“COLMENA ya ha sido encendido correctamente en espacio profundo, lo que es un gran hito en la misión, y se encuentra consumiendo la cantidad de potencia esperada.
“Por el momento no pueden realizarse más pruebas, pues se está racionando la energía de la nave Peregrine y se espera la autorización de Astrobotic para proceder a probar todos los demás subsistemas de COLMENA”, mencionó el experto universitario.
Con estos resultados, añadió, la misión tiene un nivel de éxito mayor al 50 % y se espera que en las próximas horas –y durante la madrugada– se efectúen pruebas que puedan llevar a un 75 % de éxito, aunque no se consiga tener datos científicos de operación sobre el regolito lunar.
COLMENA, prosiguió, permitiría el diseño eficiente de COLMENA 2 para efectuar tareas científicas originalmente planeadas para la actual misión.
Medina Tanco explicó que siete horas posteriores a su lanzamiento y separación exitosos del cohete Vulcan Centaur de United Launch Alliance, la nave Peregrine –en la trayectoria correcta a la Luna– empezó a tener problemas con su sistema de apuntamiento, lo que hizo que sus paneles solares no pudieran seguir cargando sus baterías.
Después de algunas maniobras complejas, los ingenieros de Astrobotic consiguieron recuperar el apuntamiento y las baterías se encuentran cargadas al momento.
Para estabilizarla y mantener sus paneles en la dirección del Sol, se ha hecho uso intensivo de sus otros motores, lo que está consumiendo una cantidad de combustible mayor a la esperada, limitando severamente el tiempo de vida de la nave y su capacidad de alunizar en forma controlada.
Artículo tomado de Gaceta UNAM, lea el original aquí.