El panorama está cambiando a medida que los reguladores y otras entidades reconocen la importancia de brindar un marco legal claro y equitativo para este sector en rápido crecimiento.
La incertidumbre regulatoria ha sido una preocupación constante tanto para las firmas de tecnología financiera emergentes como para las instituciones financieras establecidas. Sin embargo, el panorama está cambiando a medida que los reguladores y otras entidades reconocen la importancia de brindar un marco legal claro y equitativo para este sector en rápido crecimiento.
En palabras de Fermín Bueno, cofundador de Finnovista, ofrecer un marco legal claro puede facilitar los objetivos de inclusión financiera que muchas entidades financieras tienen, por lo que avances en la regulación de tecnologías como las de las finanzas abiertas (Open Finance) son claves para detonar mayor colaboración entre entidades financieras e impulsar la inclusión.
“Open Finance es uno de los segmentos donde más inversión está fluyendo y es una de las grandes promesas para México, desgraciadamente se ha quedado un poco rezagado, la regulación que se lanzó en el 2018 quedó con un pendiente en la regulación secundaria. Otros países como Brasil, Colombia, incluso Chile nos han tomado la delantera, es la gran promesa en estos momentos, que la regulación secundaria dé claridad para México, porque hay una gran oportunidad”, señaló Bueno.
De acuerdo con el más reciente Finnovista Fintech Radar, alrededor de un 68% de las fintech implementan tecnologías de interfaces de programación de aplicaciones (APIs, por sus siglas en inglés), esto es evidencia de la importancia del marco regulatorio, de acuerdo con las conclusiones del documento. Además, cabe destacar que un 75% de las empresas del segmento de Open Finance en México ha levantado capital y un 53% ha obtenido financiamiento al pasar por un proceso de aceleramiento o incubación.
“Llevar el Open Finance a todos los sectores económicos es una manera de servir a toda esa población sin acceso a servicios financieros, y también es muy importante que el estado pueda garantizar las infraestructuras digitales con diferentes planes de promoción para que los servicios lleguen a todos los segmentos de la población”, agregó Bueno.
En este escenario, el radar apuntó que un 44.66% del total de las fintech que operan en México tienen servicios que están destinados a segmentos de personas y empresas sub-bancarizados o no bancarizados.
Inclusión
Por otro lado, en la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021 arrojó que la población de entre 18 a 70 años tiene al menos un producto financiero, cifra que se mantiene prácticamente igual desde el 2015.
La colaboración con fintech puede ser un gran habilitador de innovación de nuevos modelos de negocio, de nuevos productos, nuevas ofertas digitales que lleguen a todos los mexicanos”,
explicó el cofundador de Finnovista.
De las fintech que fueron encuestadas para el radar, un 60.7% indicó que colabora tanto con instituciones financieras tradicionales como con otras fintech. Además, el documento concluyó que la colaboración es cada vez más presente año tras año.
“La colaboración es una de las grandes oportunidades de innovación que tienen las entidades tradicionales también llamadas incumbentes para acelerar su innovación y no solamente eso, sino también para llegar a nuevos segmentos de la población que hasta ahora no se ven incluidos en su oferta, de esa manera se mejora la inclusión financiera”, comentó Bueno.
Artículo tomado de El Economista, lea el original aquí.