La mala gestión de recursos naturales y el cambio climático pueden disminuir si las empresas están comprometidas con el impacto social. Para México, el hecho de que más organizaciones se unan a este modelo sigue siendo un reto.
Ante las problemáticas ambientales en el mundo, más empresas están interesadas en implementar procesos o crear productos y servicios con el menor o nulo impacto ambiental, además de prolongar la esperanza de vida de los mismos.
En el caso de México, el panorama es positivo ya que cada vez más empresas forman parte de la economía circular, tanto para las empresas de nueva creación como para las que ya están establecidas. Tan sólo el año pasado, el 50% de los directores ejecutivos en México mostraron interés en adoptar fuentes de energías alternativas, de acuerdo con el reporte Global CEO Survey 2023, edición ESG, publicado por PWC.
Pensar que las empresas no deben de ser sustentables y no deben de tener impacto social es un pensamiento caduco y para crear una nueva economía necesitamos apostar por estas empresas sociales, tanto con impacto ambiental como social”
Mario Romero, director de Impact Hub.
Todas las empresas pueden reducir el impacto ambiental
Además de dar una solución a las necesidades, todas las empresas, sin importar el sector, pueden formar parte de la economía circular. Desde el sector de servicios hasta la manufactura tienen la capacidad de ser empresas sostenibles. El primer paso para una empresa es identificar qué procesos pueden cambiar, por ejemplo, implementar el uso de materiales reciclables.
Por otra parte, el transporte de mercancía también es una oportunidad para reducir la contaminación. Samantha Rodríguez, gerente senior de sustentabilidad de CHEP en Latino América, menciona que ve una oportunidad para las empresas que se quieran sumar a la circularidad sin afectar sus procesos de traslado al utilizar pallets de madera y devolviéndolos a la empresa que los provee.
Cualquiera puede ser una empresa sustentable, para algunos es más sencillo, como en el sector de manufactura, pero también el sector de servicios puede ofrecer soluciones”
Mario Romero
Responsabilidades y lineamientos
Mario Romero menciona que las empresas que quieran reducir el impacto ambiental, deben de cumplir con múltiples lineamientos como los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG). Esto es para conocer los índices del impacto, la sostenibilidad y la sustentabilidad.
Aunado a lo anterior, el 49% de la población de América Latina considera que las empresas y el sector industrial son los responsables para que la economía circular siga en curso. Lo que conlleva a adquirir mayor responsabilidad ambiental para el sector empresarial.
En esta situación, Samantha Rodríguez comenta que las empresas pueden obtener una certificación de sustentabilidad con duración de un año por parte de CHEP. Esto les permite comparar y conocer el impacto de la economía circular con la economía lineal. El año pasado la empresa emitió un total de 1,813 certificados de sostenibilidad, lo que representó un crecimiento del 52.7%, comparado con el año anterior.
Falta de motivación para las empresas
Que más empresas mexicanas lleven a cabo procesos a favor del medio ambiente no es fácil, debido a que la descarbonización de grado tres, la que se genera al transportar mercancía, equivale alrededor del 95 al 98 por ciento de las emisiones, de acuerdo con Samantha Rodríguez.
Por otro lado, Mario Romero considera que uno de los retos principales es motivar a las empresas para que ayuden al planeta y no contribuyan al cambio climático. Asimismo, menciona que los empresarios deben de ver como una oportunidad unirse a esta circularidad ya que el mercado se ha vuelto más consciente, en donde se toma la importancia de la procedencia de los productos y qué impacto tienen.
Este mercado es consciente, no solo exige a las empresas, sino, castiga con sus propios productos (refiriéndose a empresas que no son sustentables), pero también está dispuesto a pagar más por los productos que ayuden al planeta y a la sociedad”, afirma.
Ambos especialistas coinciden en qué existe desinformación, falta de apoyos gubernamentales y leyes que reconozcan a las empresas con impacto ambiental. “Las mismas empresas con sus modelos de escalabilidad pueden llevar estas soluciones a más personas. Por eso es importante que las empresas tengan esta visión de impacto social” expresa Mario Romero.
Artículo tomado de El Economista, lea el original aquí.