Ante las altas temperaturas, los negocios también tienen que prepararse para un apagón eléctrico y evitar pérdidas económicas.
En las últimas semanas se han presentado altas temperaturas, que han llegado a los 40 grados en el país. A pesar del riesgo en la población, los pequeños negocios también se verán afectados si no se toman las medidas necesarias.
A causa de estas altas temperaturas, los productos perecederos tienen mayor riesgo de convertirse en merma. Para evitar esto, los negocios bajan la temperatura de sus congeladores y refrigeradores, lo que al mismo tiempo impacta en el recibo de luz.
El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), menciona que el reciente apagón que afectó a algunas zonas del país se originó por las altas temperaturas y el Sistema Interconectado Nacional (SIN) entró en un “estado operativo de emergencia” y funcionará fuera del margen habitual.
La demanda de electricidad incrementó 5% en todo el país, de acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Pero para los negocios el aumento del consumo de energía es necesario para mantener sus productos frescos y satisfacer las necesidades del consumidor que busca los productos fríos.
“El pequeño comercio mexicano, una importante cantidad opera en su hogar. Alguna habitación que da a la calle y ahí ponen la tienda, el negocio está en la casa y si la casa está ardiendo, el pequeño comercio también”, menciona Cuauhtémoc Rivera, presidente de Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Medidas de prevención para los negocios
Los negocios que llevan más tiempo reconocen que el manejo de productos durante la primavera y el verano es distinto al de otras estaciones. Pero el fenómeno de las olas de calor es un tema más delicado en donde el comerciante tendrá que elegir qué es lo mejor en el caso de productos perecederos.
Marta Conejos, profesora de EAE Business School, señala que hay un cambio en el comportamiento de los consumidores por las altas temperaturas porque prefieren consumir alimentos frescos y productos que mitiguen el calor de inmediato como las bebidas frías y paletas.
Esta demanda pone a los comerciantes en duda de qué es lo mejor para sus ventas. “La gente lo que anda buscando es el frío, esto es muy delicado porque en muchos pequeños comercios las marcas ponen su refrigerador y si se va la luz se pierde”, menciona Cuauhtémoc Rivera.
Sin embargo, el presidente de la Anpec ha notado que los pequeños comerciantes han bajado el nivel de inventario en nieves, paletas y embutidos porque temen que vuelva otro apagón eléctrico y no puedan mantenerlos en buenas condiciones.
Por otro lado, la alta demanda de bebidas y hielo presentan un surtido irregular que puede causar desabasto. Cuauhtémoc Rivera menciona que estos casos se ven más en las grandes ciudades en donde el hielo se ha vuelto difícil de conseguir.
Los pequeños negocios deben ser selectivos al surtir sus productos y evaluar cuáles son los que tendrán mayor demanda y evitar a toda costa la merma y resguardar los productos congelados en caso de un apagón eléctrico.
La posibilidad de comprar una planta eléctrica no está al alcance de todos los negocios por su alto costo; sin embargo, Cuauhtémoc Rivera recomienda bajar el número de enfriadores a uno o dos para que el recibo de luz tampoco sea un gasto fuerte.
Antes de reducir el funcionamiento de refrigeradores, el presidente de la Anpec recomienda que los comerciantes negocien con sus proveedores para mantener temporalmente los productos de otras marcas en los refrigeradores y congeladores que les proporcionan y no haya problemas.
Durante los próximos meses se esperan más olas de calor, hasta noviembre, con temperaturas arriba de los 45 grados, de acuerdo con el Instituto Politécnico Nacional (IPN). En esta situación, los negocios aún están a tiempo para tomar medidas necesarias y mantener el equilibrio entre las ventas, la variedad de productos y no tener un impacto en el recibo de luz.
Artículo tomado de El Economista, lea el original aquí.