Las preocupaciones de grandes empresas y pymes son diferentes ante las reformas a la Ley de Trabajo que están en puerta, principalmente la reducción de la jornada laboral, señala Sintec Consulting.
Las empresas mexicanas se han visto desafiadas con los cambios laborales que ha impulsado el gobierno del presidente de Andrés Manuel López Obrador para dignificar el trabajo, y la inquietud se ha acrecentado por los que siguen pendientes.
André Oliveira, regional managing partner en Sintec Cosulting, explica que desde su experiencia está observando dos preocupaciones distintas entre las grandes empresas y las pequeñas y medianas.
Hasta ahora, el gobierno mexicano a modificado la Ley del Trabajo para prohibir el outsourcing y aumentar el día de vacaciones, pero en puerta hay otras que aumentan los retos para las empresas como es la reducción de la jornada laboral a 40 horas a la semana.
Oliveira apunta que lo que preocupa a las grandes empresas es la pérdida de ventajas competitivas para atraer talento humano.
«Muchas de esas cosas (las empresas ya se adelantaron o tienen prestaciones superiores a las ley. Entonces, la preocupación es que la ventaja competitiva para buscar talento en el mercado se va a ver mermada, porque ahora línea base va a ser la misma», dice.
Si ahora todos tienen 12 días de vacaciones y van a trabajar 40 horas, van a perder ese diferenciador.
En ese sentido, el especialista de Sintec Consulting apunta que el esfuerzo de las empresas no nada más debe verse por el lado monetario, también hay que ver el salario emocional, el salario de crecimiento y de oportunidades.
Por el lado de las pequeñas y medianas empresas, donde se concentra la fuerza laboral del país, refiere que la inquietud de estas reformas laborales radica en el costo que les representa, en lo cual resalta la reducción de la jornada laboral.
Aunque por ahora esa reducción de 17% de las horas de la jornada labora, no está en las prioridades de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, Oliveira señala que tarde o temprana va a pasar.
Lo anterior por las directrices que está tomando América Latina, donde Ecuador tiene una jornada de 40 horas, y en abril de este año, Chile se unió a este esfuerzo de ir reduciendo las horas para llegar a esas 40 en 2028.
Las proyecciones del impacto del costo adicional de esta reforma de reducción de jornada laboral oscia entre 8% y 20% dependiendo del giro y del tamaño de la organización.
Para el especialista es importante que las empresas comiencen a identificar brechas dentro de sus operaciones y erradicarlas.
Artículo tomado de Expansión, lea el original aquí.