La deficiencia en las estrategias y canales de comunicación interna generan una mala experiencia para los empleados y afecta la productividad, ya que no se tiene claridad en las metas y objetivos del negocio.
Sólo el 15% de las empresas se encuentra en un nivel maduro de comunicación con su fuerza laboral, lo que indica que una gran parte de las compañías enfrentan barreras significativas en la cercanía que tienen con sus empleados y los mensajes que les transmiten, según un informe del HR Research Institute.
El hecho de no tener una estrategia de comunicación interna adecuada implica que las empresas no midan con eficiencia el impacto de sus esfuerzos de interacción con los colaboradores. Esto se traduce en “ruidos” que impiden que los objetivos planteados por la alta dirección permeen en el resto de la compañía.
En el informe Estado de las comunicaciones y la colaboración entre empleados 2024-2025 del HR Research Institute, menciona que esta deficiencia en la comunicación significa una mala experiencia para los trabajadores y una reducción de la productividad al no tener clara las tareas o el objetivo de los proyectos.
El estudio señala que sólo un tercio de las organizaciones mide el impacto de su comunicación de manera baja o muy baja, y el 36% no tiene métricas sobre la efectividad de la comunicación con los empleados.
Por ello, el 85% de las compañías enfrenta diversos problemas relacionados con la comunicación, como una deficiencia en los mensajes que comparten o en la habilidad de los líderes para interactuar con la fuerza laboral, lo que se traduce en efectos negativos en la colaboración y en el desempeño.
Uso de los canales para llegar a los trabajadores
La comunicación altamente efectiva se encuentra en la intersección de lo que se comunica y cómo se distribuye. El “cómo” se refiere a los canales de comunicación y a la cantidad de formas en que se puede transmitir información en esta nueva era digital.
Sin embargo, existen notables discrepancias entre los métodos de comunicación utilizados y su efectividad. Por ejemplo, el 86% de las organizaciones confía en el correo electrónico como una buena estrategia, pero sólo por el 52% lo considera efectivo.
Este patrón se repite con otros métodos de comunicación, como las reuniones grupales, que el 66% de las empresas la utiliza, pero sólo el 48% de los colaboradores la considera efectiva; de igual manera los chats.
Este patrón se repite con otros métodos de comunicación, como las reuniones grupales, que el 66% de las empresas la utiliza, pero sólo el 48% de los colaboradores la considera efectiva; de igual manera los chats.
Las tres capacidades de comunicación más importantes para los líderes son: escucha activa, claridad y comunicación intencionada, y orientación a los objetivos. Estas habilidades son cruciales para asegurar que los mensajes sean comprendidos correctamente y fomentar un entorno de trabajo colaborativo y productivo.
La falta de estas habilidades puede resultar en mal entendidos, falta de alineación en los objetivos y una disminución en el compromiso de los empleados. Por lo que es fundamental invertir en la capacitación de los líderes en competencias de alta demanda, como la escucha activa y comunicación efectiva.
Además, es importante implementar métricas enfocadas en el liderazgo para ofrecer una visión completa del impacto de las estrategias de comunicación y permitir a las organizaciones ajustar sus enfoques para lograr resultados más efectivos.
Artículo tomado de El Economista, lea el original aquí.