El fabricante del videojuego «Fortnite» acusó a Google y a Samsung de conspirar para proteger la tienda Play de Google frente a la competencia.
Epic anunció que presentará una demanda ante un tribunal federal en California alegando que una función de seguridad móvil de Samsung llamada Auto Blocker tiene como objeto disuadir a los usuarios de descargar aplicaciones de fuentes distintas a la tienda Play o la tienda Galaxy de Samsung, que la compañía coreana optó por dejar en segundo plano.
Samsung y Google -propiedad de Alphabet- están violando la legislación antimonopolio de Estados Unidos al reducir las posibilidades de elección de los consumidores e impedir una competencia que abarataría el precio de las aplicaciones, según Epic, con sede en Estados Unidos y respaldada por la empresa china Tencent.
«Se trata de competencia desleal al engañar a los usuarios haciéndoles creer que los productos de la competencia son inferiores a los de la propia empresa», declaró a la prensa Tim Sweeney, director ejecutivo de Epic. «Google pretende mantener seguro al usuario diciendo que no está permitido instalar apps de fuentes desconocidas. Pues bien, Google sabe lo que es Fortnite, ya que lo ha distribuido en el pasado».
Google no respondió de inmediato a las peticiones de comentarios.
Samsung dijo que planea «refutar de forma enérgica las afirmaciones infundadas de Epic Games».
«Las características integradas en sus dispositivos están diseñados de acuerdo con los principios fundamentales de Samsung de seguridad, privacidad y control del usuario, y seguimos plenamente comprometidos con la salvaguardia de los datos personales de los usuarios», dijo Samsung en el comunicado, añadiendo que los usuarios tienen opciones para desactivar Auto Blocker en cualquier momento.
Epic dijo que el Auto Blocker de Samsung fue diseñado para amortiguar el impacto de un veredicto en Estados Unidos que Epic ganó contra Google en diciembre de 2023 y que se espera que obligue a la compañía a hacer que las aplicaciones sean más fáciles de obtener de otras fuentes.
Artículo tomado de El Econosmista, lea el original aquí.