El principal problema de contaminación en los mares de México son los millones de toneladas de plásticos y microplásticos que afectan a la fauna marina.
Los océanos tendrán más basura que peces. Y no es la introducción para una película postapocalíptica de ciencia ficción, se trata de una realidad que nos alcanzará en 2050, de acuerdo con el estudio “La nueva economía de los plásticos: Repensando el futuro de los plásticos” del Fondo Monetario Internacional, Fundación Ellen MacArthur y McKinsey & Company.
Países y empresas están determinando las acciones prioritarias a realizar para reducir las cantidades de plásticos que llegan al océano. Según la Organización de las Naciones Unidas, en México y la región de América Latina, en 2023 se generaron 3.7 millones de toneladas de contaminación plástica.
«La contaminación plástica es un problema de gran alcance y hay muchas soluciones que incluyen alejarse del plástico de un solo uso y de vida corta, para garantizar el uso prolongado del plástico a través de sistemas de reutilización, para mejorar la gestión de residuos y el reciclaje», dijo Sheila Aggarwal-Khan, directora de la División de Industria y Economía del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
En México, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Universidad Autónoma Metropolitana trabajan desde hace un año en un Inventario Nacional de Fuentes de Contaminantes Plásticas (INFCP) como parte del Plan Nacional de Acción para Residuos Marinos y Contaminación Plástica. Con este inventario se podrán generar y analizar información sobre la contaminación por plásticos en el país para identificar los principales puntos de fuga hacia los ecosistemas y definir las acciones para disminuir su impacto.
Según datos que se han compartido en el INFCP, en las playas de Tijuana, Nayarit, Veracruz y el Caribe se han concentrado grandes cantidades de microplásticos. Además, se ha verificado su ingreso a la cadena alimentaria del ecosistema, pues se ha detectado su presencia en plancton, peces, ostiones, camarones, tortugas, pulpos, estrellas de mar y tiburones. El informe detalla que al menos en el 21% de los casos registrados, la concentración observada puede considerarse como muy alta.
Existen diversas iniciativas de empresas y gobiernos para reducir los plásticos en los mares, una de ellas es el Campeonato de Pesca de Plástico en México que realiza Grupo Modelo. Gracias a este tipo de proyectos, la empresa, con su marca Corona, dice recolectar más plástico de lo que genera. “ Es el principal logro que hemos alcanzado con este tipo de iniciativas. La conexión de la marca Corona con el océano ha sido muy importante, por eso también nuestros empaques están hechos mayormente de recurso reciclable o reutilizables. Hoy en México ya tenemos la mayoría de nuestras cervezas en empaques de vidrio que se reutilizan para dejar de utilizar arena, uno de sus principales insumos, lo que por ende, no ayuda a construir una economía circular”, explicó Daniel Cocenzo, presidente de Grupo Modelo.
El cuidado del medio ambiente no sólo concierne al gobierno y empresas, sino también a la población en general, pues parte de la contaminación de los mares vienen de los productos que se adquieren en las poblaciones cercanas, y que utilizan los ríos y los lagos como tiraderos lo que lleva la basura a los océanos.
En Nayarit, uno de los estados con los manglares más extensos del país, las iniciativas de la población se han enfocado en preservar esta defensa natural contra huracanes y tormentas. Sin embargo, el crecimiento poblacional y la contaminación de los ríos representan los principales desafíos para su conservación.
Los manglares “son uno de los ecosistemas más importantes del estado, por la capacidad de absorber dióxido de carbono y producción de oxígeno. Además aporta otros beneficios ambientales, funcionan como un cedazo del océano, pues mucha de la basura queda atrapada en las raíces de estos ecosistemas. A parte, son el hogar de muchas especies, si tenemos manglares es porque tenemos agua, si hay agua tenemos peces y si tenemos peces, hay aves y cocodrilos, una de la especie sombrilla, es decir, que si existen, es un medidor de que el ecosistema es muy saludable”, explicó Francisco Hernández, biólogo y responsable técnico de cocodrilario Kiekari, en San Blas, Nayarit.
Hernández comentó que se ha trabajado con el sector pesquero y acuicultor de la región para concientizar sobre el destino final de los desechos, ya que los ecosistemas y los recursos naturales en Nayarit proporcionan el sustento de muchas personas que trabajan en el turismo y en la misma pesca, pues en los últimos años han notado una caída en su producción, y esto se debe en gran parte a la contaminación. “No es tarde para empezar a crear conciencia, para ver los beneficios que nos dan este tipo de ecosistemas sanos y evitar reducir el uso de plásticos”, agregó.
Artículo tomado de Expansión, lea el original aquí.