Sólo 13% de los asientos en los consejos de administración de las empresas públicas en México son ocupados por mujeres, el mismo nivel de hace un año. En participación laboral es donde más amplias son las brechas de género en el país.
Mientras varias de las principales economías del mundo se encaminan a garantizar una participación de al menos 40% de mujeres en los órganos directivos de las empresas, en nuestro país esta cifra se mantiene estancada en un nivel de 13%, revelan datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El organismo difundió este lunes el estudio “Mujeres en las empresas 2024”, en el que destaca que, en promedio, sólo 13% de las sillas en los consejos de administración de las compañías listadas en las bolsas de valores de México son ocupados por mujeres, el mismo nivel reportado hace un año y apenas dos puntos porcentuales por encima de las cifras observadas en los análisis de 2022 y 2021.
Este año, en la cuarta edición del estudio realizado en alianza con Kiik Consultores, se analizaron 209 empresas, entre ellas, y por primera vez, 15 Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras).
A decir del IMCO, la brecha de género en las empresas mexicanas persiste y se amplía mientras más alto sea el puesto en la jerarquía organizacional. “A pesar de que las mujeres representan 43% de la plantilla laboral, 23% alcanza una dirección jurídica, 11% una dirección financiera y 3% ocupa una dirección general”, se detalla en el reporte.
A este ritmo de avance, tomaría al menos tres décadas lograr que las mujeres tengan una participación paritaria en los órganos directivos de las empresas públicas.
Entre los avances observados en México en el último año, el IMCO destaca que la mitad de las empresas que participan en las bolsas han transparentado en sus reportes anuales o de sustentabilidad las políticas de inclusión laboral con las que cuentan. Las más difundidas son las siguientes:
- Políticas de diversidad de los equipos de trabajo (68%)
- Protocolos contra la violencia y el acoso (55%)
- Normativas de capacitación continua y programas de liderazgo (50%)
- Lineamientos para la promoción a puestos directivos (43)
De acuerdo con el “Índice global de brecha de género 2024” del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), aunque México ha registrado avances importantes en los últimos años en espacios para las mujeres, es en el terreno de participación en el mundo laboral donde mayores brechas existen.
Nuestro país ocupa la posición 33 de 146 naciones analizadas en brecha de género en términos generales. Sin embargo, el renglón de participación y oportunidades económicas para las mujeres es el peor evaluado y en éste cae hasta el lugar 109 del comparativo global.
Cuotas de género, realidad de otras latitudes
En octubre del 2022, el Consejo de la Unión Europea aprobó una nueva normativa aplicable a las naciones de la región para garantizar la participación de las mujeres en los puestos directivos de las empresas que cotizan en bolsa, la cual debe cumplirse a plenitud el 30 de junio de 2026.
Aunque los lineamientos generales están enfocados a garantizar una participación del “género minoritario” en los puestos y órganos de dirección, la medida impulsará directamente la participación femenina. Éstos contemplan dos cuotas de género específicas:
- El 40% para el sexo menos representado en los consejos de administración
- El 33% para el sexo menos representado en los cargos de dirección ejecutiva
De acuerdo con estimaciones de Deloitte, en la actualidad, las mujeres ocupan en promedio cerca del 33% de los asientos en los Consejos de Administración de las empresas que cotizan en las bolsas en la Unión Europea.
“La proporción de mujeres en los consejos de administración ha aumentado muy lentamente en los últimos años. La tasa de incremento ha diferido según los Estados miembros y dado lugar a resultados muy dispares. Se han registrado avances mucho más significativos en los Estados miembros que han adoptado medidas vinculantes”, se puntualiza en la directiva 2022/2381 del Consejo de la Unión Europea.
Artículo tomado de El Economista, lea el original aquí.