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Delivery genera 300,000 toneladas de residuos plásticos al año

El crecimiento del delivery en México impulsa el uso de plásticos de un solo uso, aunque regulaciones y empresas buscan alternativas sustentables para reducir su impacto ambiental, menos del 10% se recicla de manera efectiva.

La industria de la comida para llevar y el delivery en México ha experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años, impulsado por la digitalización, el cambio en hábitos de consumo y la expansión de las plataformas de entrega. Sin embargo, este auge también ha generado un impacto ambiental considerable, principalmente por el uso masivo de plásticos de un solo uso en empaques y utensilios desechables. Ante esta situación, autoridades y empresas han comenzado a implementar medidas para reducir la contaminación plástica, promoviendo envases reutilizables e incentivos para consumidores que opten por alternativas más sustentables.

Según datos de Statista, en 2024 el mercado del servicio de entrega de comida a domicilio en México generó ingresos estimados en 2,530 millones de dólares, lo que lo posiciona como el segundo mercado más grande en América Latina, solo detrás de Brasil, que registró 8,440 millones de dólares en el mismo periodo. Se espera que esta tendencia continúe al alza, con una tasa de crecimiento anual proyectada del 9.6% hasta 2028.

Plásticos de un solo uso en el sector restaurantero

Si bien la comida para llevar ofrece comodidad y acceso a una gran variedad de opciones gastronómicas, también ha intensificado el uso de plásticos desechables. Se estima que en México se generan más de 300,000 toneladas de residuos plásticos al año solo por empaques y envases de comida, de los cuales menos del 10% se recicla de manera efectiva, según datos oficiales del Gobierno de la Ciudad de México.

Ante esta problemática, diversas entidades federativas han tomado medidas regulatorias para restringir el uso de plásticos de un solo uso. La Ciudad de México, por ejemplo, implementó desde el 1 de enero de 2021 una prohibición sobre la comercialización y distribución de productos como tenedores, cuchillos, cucharas, popotes, platos y envases de unicel. Estados como Jalisco, Nuevo León y Baja California han adoptado regulaciones similares, obligando a restaurantes y negocios de comida a buscar alternativas sustentables.

¿Cómo están reaccionando las empresas?

Con el endurecimiento de las normativas y la presión de los consumidores por prácticas más ecológicas, diversas empresas del sector restaurantero y de deliveryhan comenzado a adoptar soluciones innovadoras:

  • Starbucks ha eliminado el uso de popotes y tapas de plástico en muchas de sus sucursales en México. Además, ofrece descuentos a clientes que llevan su propio termo o taza reutilizable.
  • Arcos Dorados, la franquicia de McDonald’s en América Latina, anunció la eliminación total de plásticos de un solo uso en sus restaurantes, sustituyéndolos por materiales biodegradables o compostables.
  • Uber Eats lanzó en 2023 una función en su aplicación que permite a los usuarios elegir si desean recibir cubiertos desechables con su pedido, reduciendo así el consumo innecesario de estos productos.
  • Rappi y DiDi Food han comenzado a probar programas piloto en los que los clientes pueden optar por envases retornables, que pueden ser entregados en puntos de recolección para su reutilización.

Además de la eliminación de plásticos desechables, algunas cadenas y restaurantes han implementado incentivos para clientes que eligen opciones más sustentables. Entre las estrategias más destacadas están:

  • Descuentos en el total de la compra para quienes lleven su propio envase reutilizable al restaurante o punto de venta.
  • Depósitos reembolsables por el uso de empaques retornables, como el modelo adoptado en algunos países europeos.
  • Programas de intercambio de envases, en los que los clientes pueden recibir un nuevo pedido en el mismo envase que entregaron previamente.

En este sentido, algunos establecimientos como Baldío, un restaurante inaugurado en 2024 en la Ciudad de México, han optado por operar bajo una filosofía «cero residuos», eliminando por completo los empaques de plástico y promoviendo la reutilización de envases de vidrio y materiales compostables.

Artículo tomado de El Economista, lea el original aquí.

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