Avanza la presencia de mujeres en puestos directivos, pero el crecimiento es lento, de continuar a este ritmo a paridad de género se logrará en el 2051.
El número de mujeres en puestos de Alta Dirección en México continúa en aumento, pero el crecimiento es lento y aún existen diversos retos que detienen el camino.
De acuerdo con el estudio «Women in Business 2025» de Grant Thornton, actualmente el 38.9% de los puestos de Alta Dirección están conformados por mujeres, lo que representa un ligero crecimiento comparado con el 36.2% del año pasado y similar al 38% alcanzado en 2023.
A este ritmo, la igualdad de género en la dirección empresarial se alcanzará hasta 2051, esto significa que una mujer joven que este comenzando su carrera profesional tendrá que trabajar por 25 años antes de aspirar a laborar en una empresa que asegure la paridad de género en puestos directivos.
«Llevamos muchos años hablando de este tema y, aunque es bueno ver avances, 2051 es una fecha demasiado lejana por lo que es esencial tomar medidas e incentivar la presencia y el liderazgo de las mujeres en las empresas mexicanas», destacó Alondra de la Garza, experta y vocera de Grant Thornton México.

Puestos con más presencia femenina
A pesar de que el 51% de las mujeres entrevistadas para el informe Mujeres de la Alta Dirección en México y Centroamérica 2025, de KPMG, dice que sus organizaciones sí cuentan con políticas de género para promover la igualdad de oportunidades y equidad salarial, aún existen áreas por mejorar, pues falta mayor difusión de las iniciativas.
Además, datos de Grant Thornton México dicen que el último año el 40% de las empresas aumentó la participación femenina en los equipos directivos; sin embargo, sólo 23.5% de las organizaciones tiene únicamente una mujer en sus equipos directivos.
En tanto, los cargos directivos con mayor presencia femenina son Recursos Humanos con el 48%, finanzas con 47% y marketing con el 37 por ciento.

Retos para llegar a la Alta Dirección
Las mujeres continúan enfrentando retos para llegar a la Alta Dirección, puntualiza Olivia Segura, socia de Asesoría en Capital Humano y Gestión del Talento de KPMG México, los principales son: discriminación, sesgos inconscientes y microagresiones, los cuales detienen las promociones, así lo dice el 44% de las mujeres.
Otras de las barreras que destaca el informe de KPMG son: la desigualdad de oportunidades para participar en iniciativas de alto impacto (38%) y autolimitaciones, generadas por la falta de autoestima y confianza (33%).
Sin embargo, cuando llegan a un puesto directivo los retos continúan, debido a que existe desigualdad de oportunidades para participar en iniciativas de alto impacto (38%), las mujeres viven burnout (36%) y una falta de apertura para colaborar por parte de los hombres que están en puestos de Alta Dirección (34%).
Iniciativas para promover la participación de mujeres
Existen diferentes iniciativas que las organizaciones pueden implementar para cerrar la brecha de género en puestos de Alta Dirección, Grant Thornton recomienda establecer un porcentaje de mujeres en estos puestos, que puede ser del 30%, implementar programas de mentorías y redes de apoyo y ejercer presión sobre socios y proveedores para que también impulsen el equilibrio de género en sus equipos.
Asimismo, Olivia Segura, puntualiza en la importancia de incorporar temas como la igualdad de género y la equidad salarial en las agendas del Consejo de Administración y la Alta Dirección, pues son asuntos que requieren ser promovidos y vigilados desde los niveles más altos del negocio.
Así como iniciativas que permitan que las mujeres compagines la vida laboral y familiar como política de teletrabajo, en este sentido 54% de las organizaciones mexicanas piensa mantener este modelo de trabajo durante los próximos 12 meses, aunque serpa mayormente presencial, es decir tres días en la oficina y dos en casa.
Este modelo de trabajo permite mayor facilidad para lograr un balance entre vida y trabajo, mayor disponibilidad de talento, y disminución de personal.
Sin embargo, existen retos para las organizaciones que deciden implementar el teletrabajo, principalmente por los requerimientos de ciberseguridad y la inversión necesaria para herramientas de colaboración, así como la alta exigencia desde el punto de vista regulatorio.
Artículo tomado de El Economista, lea el original aquí.