Este tipo de contaminación se refiere al exposición excesiva de energía que emiten los aparatos electrónicos.
Los dispositivos electrónicos, como las computadoras, tabletas, asistentes virtuales, así como los celulares, se han convertido en elementos esenciales en la vida cotidiana. Pero la dependencia de estos artículos que aumenta a medida que avanza el desarrollo de las tecnologías produce contaminación electromagnética.
La electropolución, como también es conocida, se refiere a la exposición excesiva a campos electromagnéticos, o bien de energía, generados por aparatos tecnológicos como los teléfonos, módems, antenas de telecomunicaciones, radios, microondas, entre otros. Pero debido al aumento en el uso de estos dispositivos, este tipo de contaminación, invisible, ha generado que diversos científicos e incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) desarrollen investigaciones en torno a las implicaciones que podrían traer al ser humano y al medio ambiente, debido a que las telecomunicaciones cada vez desarrollan nuevas tecnologías de redes que implican mayores conexiones a dispositivos.
Aunque este tema ha generado polémica entre las personas, hasta ahora, la OMS ha asegurado que la contaminación electromagnética que emiten los dispositivos electrónicos no muestra señales de riesgos a la salud de las personas, debido a que los niveles de emisión de campos electromagnéticos a redes inalámbricas, así como a dispositivos, son bajos. Sin embargo, sí señala que sólo se ha comprobado que el uso de algunos aparatos puede provocar el aumento de un grado en la temperatura corporal.
Raúl Santoyo, director general de TES América, empresa dedicada a la investigación y gestión del espectro radioeléctrico, dijo que la contaminación electromagnética se mantiene como un tópico poco abordado en el país, así como en otras naciones, dando paso a ideas conspirativas y erróneas sobre lo que realmente implica, por ello consideró que es necesario que cada vez se hable más del tema para que la ciudadanía esté informada.
“La gente puede pensar que las redes de telecomunicaciones son el problema pero no es así, en realidad debe haber un control, tanto de las empresas como de la ciudadanía, porque no podemos evitar que las redes crezcan, al contrario las necesitamos y ahora las telecomunicaciones están aumentando para mejorar la conectividad”, asegura el especialista.
Hasta ahora no se sabe cuánta contaminación electromagnética se genera a nivel mundial, así como si ha aumentado o disminuido. Sin embargo, dice el especialista, los niveles de este tipo de polución es más elevada en las ciudades que en sitios remotos debido a la mayor adopción de dispositivos y de despliegue de infraestructura.
Se necesita más monitoreo
Actualmente, las empresas de telecomunicaciones desarrollan la quinta generación en redes, cuya nueva tecnología requerirá 10 veces más infraestructura de la que se tiene actualmente en el país, sumado a más espectro radioeléctrico. Pero para el especialista el incremento de más antenas, torres y sitios de telecomunicaciones, así como de dispositivos no significa que crecerá la contaminación electromagnética.
Por el contrario, la tecnología 5G puede ser más amigable con el medio ambiente porque parte de la premisa de esta red es utilizar menos energía. Sin embargo, Santoyo considera que una solución que evitaría el desconocimiento y teorías de la conspiración sobre la contaminación electromagnética es la creación de un sistema que permita monitorear los niveles de electropolución, algo como lo que se hace para detectar el nivel de contaminación que tiene una ciudad.
“Es necesario tener más antenas, más conectividad, pero creo que también es importante tener un mapa de contaminación electromagnética que nos permita saber cómo estamos y con ello generar índices que nos permiten tomar acciones en sitios específicos”, explica el directivo de TES.
Hasta ahora en México existen dictámenes técnicos emitidos por el Instituto Federal de Telecomunicaciones, relacionados con la operación de las antenas y dispositivos móviles con campos electromagnéticos para evitar niveles elevados de radiación. Estas reglas deben acatadas por todas las empresas de telecomunicaciones que operan en el país. Pero para el especialista esto es sólo una parte.
Europa y en Estados Unidos han implementado regulaciones con las que buscan mitigar y tener un mayor control de la contaminación electromagnética, pero aún no ha arrojado resultados debido a que es una implementación reciente.
Qué pueden hacer los usuarios
Los dispositivos móviles son los que siempre están a la manos de los consumidores emiten radiofrecuencias de baja potencia que se traduce en que no son dañinos para las personas. Pero si se desea reducir la exposición a este tipo de radiación, la OMS recomienda poner el celular en modo avión cuando se pueda, sobre todo por la noche, no abusar de los auriculares y otros aparatos inalámbricos, así como apagar por completo los aparatos después de usarlos. Colocar el módem a una cierta distancia de donde se trabaja o entretiene, así como evitar, lavadoras, microondas y otros aparatos electrónicos cerca de las habitaciones.
Artículo tomado de Expansión, lea el original aquí.