Las ganas o la impaciencia por querer notar resultados rápidos en el ejercicio físico nos lleva a cometer muchos errores. La actividad deportiva requiere motivación, pero también seguridad, ya que podríamos poner en riesgo a nuestro cuerpo con lesiones que van de leves a graves. Así es como puedes evitarlas.
Aunque el sedentarismo en España sea todavía una lucha que erradicar, hay un sector de la población cada vez más concienciada con el ejercicio físico. El acceso a través de redes sociales a médicos, nutricionistas o entrenadores, a veces, te motivan a seguir sus pasos en el cuidado tanto de la alimentación como de nuestro cuerpo para prevenir enfermedades o mejorar la salud en general. Los expertos siguen cogiendo las riendas de la concienciación sobre lo necesaria que es la actividad física diaria.
Hay diversas formas de afrontar el inicio del ejercicio físico o el deporte. De hecho, cada vez son menos las excusas para hacerlo, ya que surgen prácticas sencillas que puedes hacer incluso desde tu casa. Aun así, elijas apuntarte a un gimnasio, hacer actividades al aire libre o utilizar tu casa como opción, hay una serie de recomendaciones previas que debes seguir.
Pero, sobre todo, es necesario tener una mínima preparación antes de empezar para evitar errores comunes. Lo más recomendable es acudir a un entrenador personal, pero te vamos a dar algunas pistas de lo que no debes hacer, ya que más que obtener el beneficio que deseas, pones en riesgo tu salud. Las lesiones, que pueden ir de leves a graves, son la mayoría de veces consecuencia de hacer ejercicio físico de una forma incorrecta.
Falta de calentamiento antes del ejercicio
A la hora de empezar un ejercicio físico solemos saltarnos el paso más importante: calentar nuestro cuerpo. Este va a afrontar una actividad más intensa o dura de lo que viene a estar acostumbrado, por lo que hay que preparar nuestros músculos, así como nuestro ritmo cardiaco. Unos estiramientos previos y una caminata de moderación leve, pero ligera, hará que nuestro cuerpo vaya cogiendo ritmo y esté preparado para saltar al siguiente nivel. Con esta sencilla práctica podrás evitar tirones o desgarros musculares.
Error en los estiramientos antes y después
Como comentamos, estirar forma parte del primer paso en el calentamiento, pero también debe ser lo último que se haga. Después del ejercicio físico, los músculos tienden a comprimirse y sufrir más tensión. Un buen estiramiento hará que el músculo se regenere y recupere sin producir daños como microfisuras o las temidas contracturas. Procura estirar todo el cuerpo y no solo la parte que hayas ejercitado. Con esto evitarás la rigidez muscular general y el posterior dolor.
No beber agua: falta de hidratación
Es importante mantener el cuerpo hidratado antes, durante y después del ejercicio. Cuando el cuerpo se enfrenta a un ejercicio físico, sea cual sea su intensidad o moderación, comienza a perder electrolitos a través de la piel y la respiración. Nuestro cuerpo empieza a fatigarse más, ya que empieza así a deshidratarse. Es por ello que debes empezar a hacer deporte correctamente hidratado y durante el ejercicio beber agua en pequeñas cantidades. Con ello evitarás sentirte más cansado y además, dolores de cabeza o mareos.
Error en la planificación y variedad del ejercicio
Cuando empiezas a hacer deporte más allá de marcarte un objetivo, deberás también tener una planificación. Uno de los errores más comunes es repetir cada día el mismo ejercicio. Esto provocará que tu cuerpo recaiga en la monotonía, se acostumbre, no consigas avanzar y pierdas la motivación. Variando los ejercicios podrás ejercitar diferentes partes del cuerpo, tren inferior, tren superior o hacer un poco de cardio.
Además, en la planificación también tendrás que señalar la intensidad más adecuada a tu forma física. Uno de los mayores errores se da en los ejercicios de fuerza, ya que pensamos que cuanto más peso levantemos, más beneficios obtendremos. Esto puede llevarte a lesiones muy dolorosas, así que, recuerda empezar con un peso acorde e ir subiendo según vayas notando los progreso.
Fallo en la alimentación y en el descanso
Si nuestro objetivo es adelgazar y por ello empezamos a hacer deporte, la alimentación sigue siendo igual de esencial. Uno de los errores más comunes que comentemos es no adaptar nuestra dieta a la actividad que realizamos. Por tanto, nos encontramos a veces haciendo ejercicio con un déficit de nutrientes que pueden dar lugar a mareos o vómitos durante el ejercicio. Es importante que a través de la alimentación podamos adquirir toda la energía para poder afrontar una carga física como la del deporte.
Además, el descanso también es primordial. Elige uno o dos días de reposo para que tu musculatura pueda recuperarse y no esté sometida todos los días a un intenso ejercicio. Un día de descanso te permitirá además no caer en una fatiga constante del organismo, en la que también juega un papel importante dormir bien. Recuperar energías es importante para que nuestro cuerpo siga motivado y adquiriendo todos los beneficios de practicar ejercicio.
Artículo tomado de 20minutos, lea el original aquí.