Los síntomas de las dos condiciones se parecen mucho, por lo que es fácil confundirlas. Ante la duda, lo mejor es buscar atención médica urgente.
Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en muchos países, incluyendo España. A pesar de ello, hay que recordar que en muchos casos los peores desenlaces se podrían evitar: en este sentido, es fundamental actuar a tiempo, especialmente ante los episodios agudos más severos.
Sin embargo, los síntomas que anuncian estos eventos muchas veces pueden ser vagos e inespecíficos, con lo que muchas veces es difícil distinguir cuándo se están produciendo y cuál es la naturaleza concreta del problema.
Diferencias entre las dos condiciones
Dos fenómenos diferentes pero con una sintomatología muy similar son los infartos de miocardio y la angina de pecho, tanto que es frecuente que se confundan. No obstante, sus causas son muy diferentes, y comprender la diferencia puede ser vital para actuar a tiempo de la manera correcta.
Como explica el portal de noticias sobre salud Healthline, el infarto de miocardio se produce cuando existe una interrupción en el flujo sanguíneo al miocardio, que es la membrana que recubre el exterior de músculo cardíaco. Cuando esto sucede, pueden producirse daños en el tejido que pueden desencadenar rápidamente en un fallo cardíaco y ser letales.
Por su parte, la angina de pecho se da cuando ese flujo no es estable o suficiente, y se caracteriza en dos tipos precisamente en función de ello: angina estable (predecible, aparece tras la exerción física a medida que el corazón trata de sostener la demanda de una circulación robusta por el resto del cuerpo) y la inestable, que sugiere un problema cardíaco más grave y puede aparecer en cualquier momento, incluyendo durante el descanso.
¿Cómo distinguir un infarto y una angina?
Por desgracia, muchas veces los signos externos del infarto se parecen mucho a los de la angina de pecho, especialmente cuando las manifestaciones son más sutiles y no aparecen los síntomas más floridos.
La forma más sencilla de distinguir ambas condiciones es en base a las características del dolor de pecho. Por ejemplo, si el dolor aparece después de practicar ejercicio físico intenso y luego desaparece rápidamente al descansar, lo más probable es que se padezca una angina de pecho estable. Sin embargo, si el dolor continúa, empeora o viene y se va podría tratarse de un ataque cardíaco.
Normalmente, un episodio de angina dura entre pocos minutos y media hora, mientras que los síntomas de un infarto pueden durar más. Sea como sea, en caso de duda o de síntomas cardíacos preocupantes lo mejor es acudir a recibir atención médica urgente.
Artículo tomado de 20minutos, lea el original aquí.