El sigilo aéreo es una de las capacidades más buscadas por las fuerzas aéreas de todo el mundo. Se trata de la habilidad de evitar o reducir la detección por parte de los radares enemigos, lo que puede dar una ventaja decisiva en el combate aéreo. Sin embargo, el sigilo aéreo no es fácil de lograr, ya que requiere de tecnologías avanzadas y costosas que solo están al alcance de unas pocas potencias militares.
¿Qué es el plasma y cómo funciona el dispositivo furtivo?
El plasma es el cuarto estado de la materia, después del sólido, el líquido y el gas. Se forma cuando se le aplica suficiente energía a un gas para ionizar sus átomos o moléculas, es decir, para separar los electrones de los núcleos. Cuando las ondas electromagnéticas, como las emitidas por los radares, interactúan con el plasma, hacen que las partículas se muevan rápidamente y choquen, disipando la energía de las ondas y reduciendo la fuerza de la señal reflejada.
Esta interacción convierte la energía de las ondas electromagnéticas en energía mecánica y térmica de las partículas cargadas, disminuyendo la fuerza de las ondas y posteriormente debilitando la señal del radar reflejada. De esta manera, el plasma puede actuar como un escudo furtivo que oculta o distorsiona la firma de radar de un avión.
Cómo China está revolucionando el sigilo aéreo con el plasma
El dispositivo furtivo de plasma desarrollado por el equipo chino se llama “dispositivo furtivo de plasma de haz de electrones cerrado”. A diferencia de sus predecesores, que generan una nube de plasma que cubre un avión, esta innovación se puede adaptar para una sección sensible de un avión militar: áreas como la cúpula del radar, la cabina u otros lugares que son más propensos a la detección del radar enemigo.
Este dispositivo, que se centra en proteger áreas clave en lugar de toda la aeronave, puede activarse en cualquier momento para engañar a los operadores de radar. Tiene muchas ventajas, como “estructura simple, amplio rango de potencia ajustable y alta densidad de plasma”, escribió Tan Chang, un científico involucrado en el proyecto, en un artículo revisado por pares publicado en el Chinese Journal of Radio Science en diciembre.
¿Qué implicaciones tiene este dispositivo para el sigilo aéreo?
Esta novedosa solución técnica pronto podría llegar a varios aviones militares para satisfacer la creciente demanda de China de capacidades militares superiores, dijeron Tan y sus colegas del Centro de Tecnología de Plasma del Instituto de Propulsión Aeroespacial de Xian, dependiente de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC), el mayor contratista de defensa aeroespacial del país.
Con este dispositivo, incluso un avión de combate convencional, no diseñado para el sigilo, puede reducir significativamente su firma de radar, lo que podría cambiar las reglas del juego en el combate aéreo. Además, el plasma puede cambiar la frecuencia de las señales reflejadas, lo que hace que el radar enemigo detecte datos incorrectos sobre la posición y velocidad de la aeronave y obtenga señales falsas. También puede servir como un “escudo invisible” contra armas de microondas de alta potencia, que pueden dañar o destruir los sistemas electrónicos de un avión.
El concepto de tecnología furtiva de plasma se remonta a la era de la Guerra Fría, donde tanto Estados Unidos como la Unión Soviética invirtieron recursos en su investigación y desarrollo. Sin embargo, debido a limitaciones tecnológicas, nunca avanzó más allá de la fase de laboratorio.
Los aviones furtivos actuales, como el F-22 y el F-35, dependen de revestimientos absorbentes de radar y diseños geométricos distintivos para el sigilo, a menudo a costa del rendimiento aerodinámico. El F-22, por ejemplo, tiene dificultades en combate cuerpo a cuerpo, mientras que el F-35 no puede mantener velocidades de crucero supersónicas. Estos cazas furtivos también tienen un precio elevado.
No obstante, la incursión de China en el sigilo del plasma llegó un poco tarde. Al principio, algunos expertos creían que si los países occidentales no podían lograr un gran avance, China tampoco lo lograría. Sin embargo, a medida que florecía el sector de alta tecnología chino, con una industria electrónica y de telecomunicaciones en auge, su ejército también dio saltos en la tecnología de control electromagnético.
Según informa el SCMP, un número cada vez mayor de investigadores militares chinos cree que esta tecnología desempeñará un papel crucial en futuros enfrentamientos entre las principales potencias militares. “Anticipamos la implementación real de esta tecnología en China pronto”, agregaron Tan y sus colegas.
Artículo tomado de Xataka, lea el original aquí.