Cerca de 2,400 millones de empleados en el mundo se han visto afectados por el acelerado incremento de la temperatura debido al calentamiento global. Cada año se pierden 18,970 vidas por lesiones relacionadas con este factor.
Calor excesivo, radiación ultravioleta, fenómenos meteorológicos extremos, contaminación del aire en el lugar de trabajo y enfermedades transmitidas por vectores y por el uso de productos agroquímicos son los principales riesgos que enfrenta la fuerza laboral en el mundo a raíz del cambio climático, advierte la Organización para las Naciones Unidas (ONU).
En medio del creciente impacto de esta realidad, la agrupación destacó que el derecho de las personas a un entorno laboral seguro y saludable hoy en día implica abordar los efectos nocivos del cambio climático en el lugar de trabajo como parte de una responsabilidad compartida entre los diferentes niveles de gobierno, las empresas y los empleados organizados.
“Muchos problemas de salud están relacionados con el cambio climático, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y los trastornos mentales”, destacó la ONU. Pero también implica repercusiones financieras debido a la pérdida de productividad, las interrupciones de la actividad económica y los daños a las infraestructuras.
Tan sólo en el caso del aumento generalizado de la temperatura en el mundo, nuevas estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calculan que al menos siete de cada 10 trabajadores, “un número asombroso” de la fuerza laboral global, están expuestos a graves riesgos para la salud por el calor excesivo.
«Está claro que el cambio climático ya está creando importantes riesgos adicionales para la salud de los trabajadores«, expresó Manal Azzi, jefa del equipo de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) del organismo.
l informe Garantizar la seguridad y la salud en el trabajo en un clima cambiante de la OIT destaca que más de 2,400 millones de trabajadores, el 70.9% de la población activa en el mundo, pueden verse expuestos a un calor excesivo en algún momento de su jornada.
“El calor excesivo en el trabajo crea riesgos profesionales para la salud; restringe las funciones y las capacidades físicas del trabajador, así como su capacidad y productividad laboral. El rendimiento laboral disminuye cuando la temperatura supera los 24 a 26 grados. Al alcanzar los 33 o 34 grados, con una intensidad de trabajo moderada, los trabajadores pierden un 50% de su capacidad”, indicó el organismo previamente.
De acuerdo con los análisis de la institución, los principales efectos para la salud por la exposición a altas temperaturas son estrés por calor, insolación, agotamiento, rabdomiólisis, síncope, calambres, sarpullidos, enfermedad cardiovascular, lesión renal aguda, enfermedad renal crónica y lesión física, entre otros.
El informe estima que cada año se pierden 18,970 vidas y 2.1 millones de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) debido a una cantidad promedio de 22.9 millones de lesiones profesionales atribuibles al calor excesivo.
Además de esto, se calcula que hay 26.2 millones de personas en todo el mundo que padecen enfermedades renales crónicas relacionadas con el estrés térmico en el lugar de trabajo.
El impacto del calor excesivo varía según los sectores, pero los más expuestos son quienes se desempeñan su actividad al aire libre en empleos físicamente exigentes y quienes laboran en lugares de trabajo cerrados mal ventilados donde la temperatura no está regulada. En los riesgos relacionados con las altas temperaturas influyen las condiciones ambientales, el esfuerzo físico, la ropa o los equipos de trabajo.
El múltiple impacto del cambio climático
“El cambio climático ha provocado fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todo el planeta, como demuestran el aumento de la frecuencia y la gravedad de las olas de calor, las fuertes precipitaciones, los incendios forestales, las sequías y los ciclones tropicales. Todo ello está teniendo graves efectos sobre la seguridad y la salud de los trabajadores, que con frecuencia son los primeros en estar expuestos a estos peligros, a menudo durante periodos más largos y con mayor intensidad que la población en general”, puntualizó la OIT.
En el estudio realizado en el marco del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo 2024, la organización hizo hincapié en que el impacto del cambio climático en la fuerza laboral va mucho más alá de la exposición al calor excesivo e implica otros riesgos para la salud, entre estos, diferentes tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, disfunciones renales y afectaciones mentales.
Al respecto, presentó los siguientes datos:
- Cerca de 1,600 millones de trabajadores se exponen a la radiación UV, con más de 18,960 muertes anuales relacionadas con el trabajo por cáncer de piel no melanoma.
- Al menos 1,600 millones de personas se enfrentan a la contaminación atmosférica en el lugar de trabajo, con un resultado de hasta 860,000 muertes anuales relacionadas con el trabajo entre quienes laboran al aire libre.
- Hay 870 millones de trabajadores de la agricultura con riesgo por exposición a pesticidas, con más de 300,000 muertes anuales atribuidas al envenenamiento por estas sustancias.
- Cerca de 15,000 muertes se registran cada año relacionadas con el trabajo debido a la exposición a enfermedades parasitarias y transmitidas por vectores.
«Es esencial que prestemos atención a estas advertencias. Las consideraciones sobre seguridad y salud en el trabajo deben formar parte de nuestras respuestas al cambio climático, tanto en las políticas como en las acciones. Trabajar en entornos seguros y saludables está reconocido como uno de los principios y derechos fundamentales de la OIT en el trabajo. Debemos cumplir ese compromiso en relación con el cambio climático, al igual que en todos los demás aspectos del trabajo», expresó Manal Azzi.
Artículo tomado de El Economista, lea el original aquí.