Es un hecho que en el futuro surgirán nuevos líderes, aquellos que en este momento están por iniciar su trayectoria laboral y adquieren experiencia, pero las empresas pueden prepararse para recibirlos.
El ritmo de trabajo no es el mismo si lo comparamos antes de la pandemia, la llegada de la Inteligencia Artificial y la oportunidad de trabajar de manera remota ya son parte de la normalidad. Estos cambios pueden ser drásticos en algunos casos, pero para las nuevas generaciones es parte de su rutina.
Asimismo, hablar de liderazgo en la actualidad, no se trata solo de entregar números y reportes positivos sino, salvaguardar el bienestar de la fuerza laboral y permitir el desarrollo profesional y por lo tanto, la priorización de la salud mental es un tema que sigue en constante difusión entre los más jóvenes.
En tanto, Juan Camacho, coach ejecutivo, explica los líderes actuales es enfrentan a un liderazgo globalizado, donde está presente el trabajo remoto y el sentido de permanencia.
“En muchas organizaciones el compromiso es relevante, porque algo que observo es que a las nuevas generaciones les cuesta mucho más sentirse en compromiso pleno para dedicar su tiempo a la empresa”, detalla Juan Camacho.
Por otra parte, Pablo Ventosa, coach de talento y eficiencia organizacional, menciona que el liderazgo actual es el fruto de los años de la forma de gestionar equipos, pero desde la pandemia hubo un cambio radical.
Precisa que antes de la pandemia los jefes tenían más cercanía con los colaboradores porque podían ver la actividad de su equipo debido a que todo era presencial. Ahora, “las relaciones con el líder y sus colaboradores se han distanciado físicamente. Todos los líderes y directivos que estaban dirigiendo por control y proximidad se han visto desarmados en tener como mediador una pantalla”.
¿Qué se espera de los futuros líderes?
El reto principal de los futuros líderes es dejar de pensar de manera individual, debido a que pasan del área operativa a un puesto de mando medio o a tener a cargo un equipo, lo cual conlleva a no sólo pensar en uno mismo, sino en el bienestar de los demás,
Juan Camacho considera que los futuros líderes tienen que saber cómo coordinarse con personas de otros países, conocer su cultura laboral, al igual que los usos horarios y la manera de dar seguimiento a las labores, pues la globalización abre la posibilidad de tener colaboradores desde distintas partes del mundo.
“Ahora tienes que valerte de plataformas digitales para darte cuenta de cuánto tiempo están en la computadora y el micromanagement se ha reducido porque el trabajo es remoto”, menciona Juan Camacho.
Otro punto es el papel de las empresas en procurar el bienestar y no enfocarse en la remuneración económica como incentivo para la retención de talento. Esto se debe a que las generaciones más jóvenes priorizan su bienestar antes que estar expuestos a constantes niveles de estrés.
Si esto no se aplica y la empresa no se adapta a los cambios y se prepara para la nueva generación de la fuerza laboral, los puestos de liderazgo podrían tener mayor rotación.
“Más allá de las etiquetas generacionales, lo que está claro es que lo que motiva a la gente actualmente no es un empleo de por vida, lo que las generaciones quieren es involucrarse en proyectos que valgan la pena”, argumenta Pablo Ventosa.
De hecho, para la alta dirección también se espera un mayor compromiso de las empresas para ofrecer entornos sanos y capacitar a directivos que se preocupen por el bienestar del personal.
3 tips para preparar a los futuros líderes
Aunque las empresas tengan buenos líderes, es fundamental que se preparen para recibir a nuevos talentos en los cargos de la gestión de equipos por ello, ambos especialistas describen puntos característicos de las nuevas generaciones:
Identificación con la empresa: Las personas se han vuelto más selectivas al momento de postularse a una empresa y los puestos de liderazgo no están exentos, ya que si los candidatos no se sienten en sintonía con los valores de la empresa, optarán por buscar en empleo en otro lado.
Por ello, las empresas deben ofrecer más que una compensación económica, por ejemplo, la disposición de crecimiento profesional y personal.
Límites: Se enfoca en elbienestar emocional y es que los futuros líderes tienen más presente el establecer límites y poner primero su salud mental y física, antes que trabajar horas excesivas o situaciones que pongan en riesgo sus prioridades.
Visibilizar valores éticos: Las empresas deben recordar a los futuros líderes que siempre hay que estar en constante aprendizaje. Esto se debe a que “un líder es alguien capaz de hacer frente a determinada situación, pero eso no significa que esté preparado para un reto o una oportunidad”, aconseja Pablo Ventosa.
Artículo tomado de El Economista, lea el original aquí.