Los emprendedores suelen emprender con amigos o familiares, pero es importante apostar por socios que compartan la misma misión y pasión.
Iniciar un proyecto en compañía de amigos o familiares conlleva un compromiso, en el que las partes involucradas deben convivir en armonía y ser claros al momento de negociar las ganancias.
De acuerdo con la Radiografía del Emprendimiento 2024, realizada por la Asociación de Emprendedores de México (Asem), el 43% de las empresas fundadas está conformada por dos personas, por lo que mantener una buena relación es fundamental.
Por otra parte, el 36.1% de las empresas son fundadas por una persona y mientras más crezca, más necesitará de uno o más socios, lo cual les permitirá complementar las áreas, sobre todos aquellas en las que el fundador no es especialista, como la parte operativa, administrativa o comercial.
¿Por qué es importante elegir a un socio?
Google es el caso de una empresa exitosa creada por dos socios: Larry Page y Sergey Brin, quienes pusieron en marcha la parte técnica, y a pesar de que fue positivamente aceptado por inversionistas, el proyecto necesitaba más apoyo.
De manera que, en 2001, Eric Schmidt se unió para aportar en el ámbito comercial a través de alianzas y estrategias, a fin de que la empresa creciera exponencialmente.
Por ello, Denis Yris, director y fundador de WORTEV, explica que para que un negocio crezca, necesita complementarse a través de la parte técnica y comercial. “Un ejemplo es Paull Allen y Bill Gates, ellos eran técnicos, pero Bill Gates tiene como fuerte la parte comercial”.
Sin embargo, antes de elegir a un socio, es importante entender cuáles son las fortalezas de los involucrados y analizar el perfil que se necesite cubrir para el negocio.
Asociarse con amigos o familiares
Aunque muchas veces los amigos se asocian para emprender, un error frecuente es confundir la amistad con los negocios, lo cual puede traer problemas tanto para el negocio como para para la amistad y acabar en malos términos.
Por ello se recomienda elegir socios que compartan los mismos valores y dedicación, y no solo dejarse llevar por la amistad, porque en caso de crisis se requerirá que los dos se involucren completamente.
Con el tiempo, se van viendo los problemas, pero cuando empiezas a visualizar que un socio tiene falta de compromiso, por más ligero que sea, van a tener un problema grande en el futuro”, detalla Denis Yris.
En el caso de los negocios fundados por familiares existe un problema similar, al confundir los lazos familiares con el compromiso, en estos casos es importante definir los roles de cada persona y separar los lazos familiares del negocio, pues 57.7% de las empresas en México son familiares, según la Asem.
¿Cómo llevar una buena relación entre socios?
Para trabajar con socios, independientemente si son conocidos, familiares o amigos, se recomienda crear acuerdos desde el inicio, por ejemplo, en las ganancias y actividades.
Denis Yris menciona que un error común es distribuir las participaciones accionarias por igual, a pesar de que la contribución hacia el negocio no sea la misma.
Por ello, para evitar problemas entre socios, cada integrante debe comprender y analizar qué tanto contribuye a la empresa, con base en sus conocimientos y labores.
Además de las ganancias y el poder compartir fortalezas, tener socios también implica ser resilientes en los malos momentos y es que siempre habrá retos, sobre todo en el ecosistema emprendedor, por lo que es importante ser selectivo y crear un plan de acción para prevenir o saber cómo actuar en esas circunstancias.
“Tenemos esa garra mexicana y a nivel mundial todo emprendimiento exitoso salió de esa garra. Si tienes un equipo luchador que está contigo todo el tiempo, en las buenas y en las malas, puede salir adelante el proyecto”.
Artículo tomado de El Economista, lea el original aquí.