Los genes heredados de nuestros progenitores, así como los antecedentes familiares, no son tan concluyentes como se piensa en el envejecimiento. De hecho, hay otros factores que influyen mucho más.
¿Sabías que el papel de la genética en la longevidad es menor a un 10%? Así lo explica un estudio, facilitado por Actiage, que mantiene que los antecedentes familiares y los genes que heredamos de nuestros progenitores, solo influyen en un 10% en nuestra longevidad y nuestra salud. En España contamos con una variedad de alimentos sanos y deliciosos que tendrán un papel fundamental en el proceso de envejecimiento.
Menos genética y más vida saludable para retrasar el envejecimiento
El estilo de vida que llevamos desde la juventud hasta la etapa adulta (dieta, ejercicio físico, sueño, sustancias peligrosas…) determina en un 90% cómo va a ser nuestra salud y cuánto vamos a vivir. «Por eso, debemos preocuparnos menos de si nuestros padres vivieron mucho o poco y comenzar a cuidarnos desde ya», sostiene Carlos Gutiérrez, Director Médico de Actiage.
«La duración de la vida humana es un fenotipo que integra muchos aspectos de la salud y el medio ambiente en una sola cantidad última: el tiempo transcurrido entre el nacimiento y la muerte. Aunque se cree ampliamente que la longevidad se da en familias por razones genéticas, las estimaciones de la ‘heredabilidad’ de la duración de la vida son consistentemente bajas (∼15–30%)», sostienen desde el estudio Estimates of the Heritability of Human Longevity Are Substantially Inflated due to Assortative Mating.
Hábitos de vida saludable
En cualquier caso, los expertos recomiendan una serie de hábitos saludables para llevar una vida saludable, evitar una enfermedad y mejorar la calidad de vida y, en definitiva, vivir mejor: hacer ejercicio en forma regular y controlar el peso, no fumar, no abusar del alcohol, consumir una dieta saludable y equilibrada, cuidar los dientes, controlar la hipertensión arterial y estar al tanto de las buenas prácticas de seguridad.
Alimentos para mantenerse joven
En general, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un cálculo genérico: entre 1.600 y 2.000 calorías al día para las mujeres, y para los hombres entre 2.000 y 2.500.
Desde Sanitas, nos explican que una dieta equilibrada incluye todos los alimentos contemplados en la pirámide nutricional, pero en las proporciones adecuadas y en la cantidad suficiente (no más) para mantener las necesidades nutricionales del organismo.
Los hidratos de carbono deben ocupar un 50-55% de los nutrientes; las grasas, un 30% del valor energético total, repartiéndose del siguiente modo: «Un 15-20% de grasas monoinsaturadas, un 5% de poliinsaturadas y no más de un 7-8% de saturadas. Las proteínas consumidas no deben superar el 10% de la dieta. Finalmente, se debe aportar al organismo unos 20-25 gramos de fibra vegetal», informan.
Hacer ejercicio para una vida sana
Las recomendaciones generales determinan unos 30 minutos diarios de actividad física, según informan desde Sanitas, siendo suficiente caminar a paso rápido durante este tiempo. «Ello permite quemar las calorías sobrantes y fortalecer músculos y huesos, pero también ayuda a controlar la tensión arterial, el colesterol y los niveles de glucosa en sangre, además de contribuir a la eliminación del estrés y ayudar a dormir mejor, adquirir un estado de relajación y evitar cambios de humor, mejorar la autoestima y el estado de satisfacción personal. También puede ser un buen medio para desarrollar una saludable actividad social cuando el ejercicio se hace en compañía», sentencian.
Referencias
J Graham Ruby and others, Estimates of the Heritability of Human Longevity Are Substantially Inflated due to Assortative Mating, Genetics, Volume 210, Issue 3, 1 November 2018, Pages 1109–1124, https://doi.org/10.1534/genetics.118.301613
Espín, I. (2023b, julio 1). El papel de la genética en el envejecimiento: mucho menos de lo que esperas. Salud. https://www.20minutos.es/salud/medicina/papel-genetica-retrasar-envejecimiento-alimentacion-vida-saludable-5140897/