La Casa Blanca lo que menos quiere es perder clientela electoral agrícola de cara a las elecciones, dice José Martínez, coordinador del centro de estudios Lancen.
Existen intereses políticos y electorales de Estados Unidos en establecer un panel de resolución de disputas bajo el TMEC por la prohibición del Gobierno mexicano a las importaciones de maíz amarillo transgénico para la elaboración de tortillas y otros alimentos, asegura el coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lancen), José Ignacio Martínez Cortés.
“El (panel por el maíz transgénico) no será tan sencillo de desahogar, e incluso podría ser más problemático que lo observado en el tema energético, esto por el peso político que tiene el sector agricultor y la centralidad que le está dando el partido republicano”, declara el representante del think tank de la UNAM.
La Casa Blanca lo que menos quiere es perder clientela electoral agrícola de cara a las elecciones en Estados Unidos en noviembre de 2024, expresó el doctor en Economía Internacional por la Universidad Complutense.
“De prosperar esta medida, significa que en un periodo de 10 años haría que la economía estadounidense perdiera 73 mil 890 millones de dólares en producción económica, y el Producto Interior Bruto (PIB) se contraería en 30 mil 550 millones de dólares”, manifestó el también profesor de tiempo completo de la UNAM adscrito al Centro de Relaciones Internacionales.
Enfoque de México sobre maíz transgénico no se basa en ciencia: EU
El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, señaló que el enfoque de México hacia la biotecnología no se basa en la ciencia, y que va en contra de la evidencia de décadas que demuestra la seguridad del maíz transgénico y el riguroso sistema de revisión regulatoria con base científica que garantiza que no representa ningún daño para la salud humana y el medio ambiente.
“Las innovaciones en biotecnología agrícola juegan un papel clave en el avance de soluciones para nuestros desafíos globales compartidos, incluida la inseguridad alimentaria y nutricional, la crisis climática y los efectos persistentes de la inflación de los precios de los alimentos”, afirmó José Ignacio Martínez Cortés.
El economista mexicano recordó que el 1 de junio, 62 legisladores del Congreso estadounidense firmaron una carta dirigida a la representación comercial de Estados Unidos, en la que expresaban su inconformidad y preocupación por los dos meses que ya habían transcurrido de las consultas técnicas sin ningún tipo de avance.
El investigador de la UNAM refirió el llamado de los legisladores republicanos Chuck Grassley y Joni K. Ernst ante la Oficina de Comercio en la Casa Blanca, para iniciar consultas sobre la política de México que restringe el uso de maíz transgénico.
“Ambos legisladores son de Iowa, que es el estado con mayor producción de maíz en dicho país, con una exportación a México que ronda los 16 millones de toneladas”, apuntó el coordinador del Lancen.
El rechazo de México al maíz transgénico
El 31 de diciembre de 2020, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador comenzó con la imposición de medidas para frenar la entrada de maíz genéticamente modificado a territorio nacional, algo que no ha afectado a las importaciones.
La Secretaría de Economía publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto por el que se establece la revocación y abstención de otorgamiento de permisos para uso del grano de maíz genéticamente modificado y el glifosato en México, prohibiendo su importación.
En relación con esta medida, Estados Unidos envió el 30 de enero de 2023 una solicitud formal a México bajo el capítulo 9 del TMEC (artículo 9.6.14), para que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador explicara las razones para la implementación de dichas medidas restrictivas.
Se señaló la falta de argumentos basados en la ciencia para sostener que el maíz transgénico sea nocivo para la salud, un requisito establecido en el tratado comercial para restringir la comercialización de cualquier producto.
Tras la solicitud por parte de Estados Unidos, el Gobierno mexicano modificó el decreto publicado el 31 de diciembre de 2020, y se sustituyeron sus disposiciones por las incluidas en un nuevo decreto publicado en el DOF el 13 de febrero de 2023.
El nuevo decreto acota la prohibición a las importaciones de maíz transgénico destinado al consumo humano, excluyendo al maíz destinado al consumo pecuario e industrial (aunque establece que se deberá sustituir su uso gradualmente, sin especificar un periodo).
El jueves, Katherine Tai, la representante de Comercio de Estados Unidos, pidió establecer un panel de resolución de disputas bajo el TMEC por las medidas del Gobierno mexicano.
“Estados Unidos ha utilizado las herramientas provistas por el TMEC para intentar resolver las preocupaciones con las medidas biotecnológicas de México”, declaró la funcionaria en un comunicado.
“Hoy, Estados Unidos está dando el siguiente paso para hacer cumplir las obligaciones de México bajo el TMEC”, agregó la representante comercial de la economía más grande del mundo.
Artículo tomado de Forbes, lea el original aquí.