La conexión móvil da seguridad a las mujeres y tiene un impacto positivo en la mayoría de los casos, el reto es conectar a millones de mujeres que todavía están fuera del sistema digital. Además es fundamental crear espacios más seguros para las usuarias y que más mujeres estén tomando decisiones en el mundo de la tecnología.
Como en el mundo físico, en los espacios digitales, existen desigualdades y violencias. Desde la capacidad de pagar servicios de internet o telefonía, comprar dispositivos para conectarse, tomar decisiones autónomas sobre el uso de estas herramientas y hasta la experiencia individual en el mundo virtual.
Y aunque cada vez hay más mujeres conectadas en el sistema móvil, los retos para hablar de igualdad todavía son grandes.
Desigualdades para entrar al mundo digital
Todavía muchas mujeres, las más vulnerables, enfrentan barreras importantes para entrar al mundo digital y adoptar el uso de internet en sus vidas diarias.
De acuerdo con el informe anual Brecha de género móvil de GSMA, sería necesario que 800 millones de mujeres en estos países comiencen a utilizar internet móvil para lograr cerrar la brecha en 2030.
Las mujeres en estos países tienen, además, 17% menos posibilidades de poseer un teléfono y 19% menos de conectarse a la red a través de la banda ancha móvil.
América Latina y el Caribe mostraron los mejores resultados en comparación con otras regiones: la brecha de género en posesión de «smartphones» fue de 5% al cortedel 2022, mientras que en el sur de Asia y el África subsahariana fueron de 43 y 28% respectivamente.
Pese a ello, todavía 35 millones de mujeres en América Latina están expulsadas del sistema de internet móvil.
De los países de la región latinoamericana, México es uno de los que mejor han caminado en la igualdad de género móvil, por lo menos en el acceso, posesión y algunos aspectos del uso. La brecha de género en posesión móvil fue de apenas 2%, mientras que en acceso a internet móvil fue de 5 por ciento.
El reporte mostró también que cada año más mujeres están conectándose a la red de internet móvil, pero a un ritmo menor cada vez. Y que las mujeres pobres, rurales, indígenas, desempleadas, mayores de 55 años o discapacitadas las que con mayor frecuencia quedan fuera del derecho a la conexión.
Desigualdades dentro del mundo digital
Para las mujeres que ya están conectadas a internet también hay obstáculos, los espacios digitales no siempre son seguros para las niñas, adolescentes y mujeres que los usan y los contenidos e interfaces tampoco son creadas con perspectiva de género en algunos casos.
En México 4 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia a través de las plataformas digitales, de acuerdo con estimaciones de la ONU. Esta es más o menos la situación de toda América Latina, en donde ya se han extendido regulaciones para nombrar este tipo de agresiones.
«La inseguridad digital para mujeres sigue siendo un espejo de la inseguridad en el mundo físico. La industria necesita mujeres exigiendo cambios para hacer que los espacios digitales sean más seguros, y quizás en un futuro ante el surgimiento de nuevas tecnologías, se requerirá de regulación gubernamental para proteger a mujeres, niñas y otras personas en vulnerabilidad», dijo Lara Dewar, Directora de Global Marketing en GSMA en entrevista con El Economista.
En este sentido, la participación e integración de las mujeres en carreras y empleos dentro del sector tecnológico es fundamental para transicionar hacia espacios digitales que sean seguros para todas las mujeres, agregó.
Con internet, pero sin tiempo
Otra de las grandes barreras que enfrentan las mujeres para hacer uso efectivo de las redes móviles es la falta de tiempo libre, entre las jornadas laborales y la sobrecarga de tareas no pagas del hogar, las mujeres son el grupo poblacional que menor tiempo y dinero destina a la recreación, deporte y ocio.
En México, por ejemplo, más de la mitad de las mujeres trabajan cerca de ocho horas por día en sus empleos remunerados y destinan casi el mismo tiempo al trabajo de casa. Si consideras, además, las horas de sueño, las mujeres quedan con apenas unos minutos de tiempo libre.
Las mujeres no pasan tiempo en línea porque, de hecho, no tienen tiempo y aunque esto no es algo que se soluciona sólo desde la industria, es parte de la cultura, de la estructura social, pero definitivamente todas las partes involucradas deben trabajar para equilibrar. Y que éste deje de ser uno de los tantos obstáculos que dejan fuera a millones de mujeres del sistema de redes móviles, agregó Dewar.
La paradoja del internet
Es importante señalar que, aunque el mundo digital todavía es desigual y guarde sesgos de género, también ha servido como un arma importante en la reducción de brechas.
De acuerdo con los resultados del reporte elaborado por GSMA, en México el 70% de las mujeres que utilizan internet móvil consideran que ha tenido un impacto positivo o muy positivo en sus vidas. De hecho, la mayoría se siente más segura cuando está conectada.
Esto cobra sentido en países como México, donde la violencia contra mujeres y niñas no logra ceder. Poder llamar a emergencias, cotactar a una red de apoyo, acceder a artículos informativos, grabar un video o envíar la ubicación en vivo a otra persona, todas estas acciones de manera autónoma, pueden y hacen la diferencia en materia de seguridad.
El internet es también catalizador en el cierre de brechas de desigualdad en terrenos como la educación, la salud, el entretenimiento y otros aspectos de la vida cotidiana.
«Tener un «smartphone» te hace sentir mucho menos vulnerable. Todavía hay ineficacias en la utilización del internet móvil, pero la otra parte de la historia es que la red ayuda a reducir esas ineficacias. Obviamente hay riesgos, inseguridad en línea, agresiones, todo lo que refleja el mundo de afuera, por eso es importante hacerlo visible. Si no compartimos esta información, si no damos espacios para mostrar cómo son las desigualdades en el sistema móvil, no podemos hacer nada para arreglarlas. Pero la tecnología puede ser, si la dejamos, un gran catalizador de la igualdad», finalizó Lara Dewar.
García, A. K. (2023, 1 junio). Cerrando la brecha digital: más mujeres en TICs, más mujeres conectadas y espacios digitales más seguros. El Economista. https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/Cerrando-la-brecha-digital-mas-mujeres-en-TICs-mas-mujeres-conectadas-y-espacios-digitales-mas-seguros-20230601-0041.html