Típicamente solo se llega a un acuerdo para efectuar la transacción, se endosa la factura, se recibe el dinero, se deposita en una cuenta bancaria y se olvida de lo que puede venir a futuro. Pero esto es lo que implica fiscalmente vender tu auto.
Vender el auto es una práctica constante en nuestra sociedad, misma que ha evolucionado a lo largo de los años. ¿Se acuerdan cuando pegábamos signos de venta en el coche o recuerdan cuando acudíamos horas y horas al bazar de autos para ver si alguien se interesaba?
Cómo olvidar que había personas que transportaban importantes cantidades de dinero en efectivo, las estafas que muchas personas sufrieron, en fin, un sinnúmero de anécdotas que el lector recordará respecto de este tipo de transacciones.
Si bien es cierto que todo esto no ha quedado completamente en el pasado, cierto es también que al momento ya hay algunas formas más eficientes para vender un auto. Esta eficiencia no solo se ha visto plasmada en las aplicaciones que apoyan al desarrollo de la actividad, sino que también ha llegado a la autoridad tributaria, misma que en el ejercicio de sus facultades requerirá el pago del tributo correspondiente.
En el ejercicio de facultades quienes resultarían más afectadas serían las personas físicas que vendan su auto, ya que típicamente este tipo de contribuyentes solo llega a un acuerdo para efectuar la transacción, endosa la factura, recibe el dinero, lo deposita en sus cuentas bancarias y se olvida de lo que puede venir a futuro.
Pero, ¿dónde está el riesgo? Simple: en el hecho de efectuar el depósito del dinero en las cuentas bancarias que integran el sistema bancario mexicano, toda vez que los bancos por obligación tienen que enviar información a la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda.
Partiendo de ese hecho, al tener acceso a datos que permiten visualizar comportamientos bancarios de las personas físicas, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) está en posibilidad de inferir que un contribuyente tiene un comportamiento fiscal atípico y, por tanto, ejercer facultades de comprobación o simplemente enviar un comunicado en el que informa que existe un impuesto por pagar por depósitos no declarados.
Para evitar contratiempos con la autoridad fiscal es altamente recomendable que la persona que esté a punto de vender su auto, sepa que al llevar a cabo esta transacción se generan efectos fiscales que implicarán la asistencia de un contador.
Al respecto, lo primero a considerar es que la transacción objeto del presente (vender un auto) para una persona física registrada en el régimen de sueldos y salarios representa un acto accidental, ya que efectuar este tipo de transacciones no es parte de su actividad económica preponderante.
Ahora bien, el hecho de que esto sea un acto accidental no quiere decir que no se deba pagar impuesto por la transacción. Para ello hay que considerar que se estará sujeto a dos impuestos:
1) el impuesto sobre la renta (ISR), mismo que grava las ganancias de un contribuyente; y
2) el impuesto al valor agregado (IVA), el cual se detona al enajenar productos, prestar servicios, y arrendar bienes.
Para el caso del ISR, este se generará por la ganancia obtenida por la venta del vehículo, es decir, de la resta aritmética del importe cobrado menos el importe pendiente por depreciar (considerando que el periodo de depreciación de un activo de esta clase es de cuatro años). Siendo aquí el primer gran momento para contactar a un contador, pues este profesionista cuenta con los conocimientos suficientes para determinar el importe base de este tributo.
Por lo que hace al IVA, el tema es considerablemente más sencillo ya que el impuesto grava a la tasa del 16%. Justo aquí es donde se puede cometer un error importante, pues si se determina el 16% sobre el precio de venta, el vendedor tendrá que sacar de su bolsa el impuesto que se tiene que pagar. Por tanto, es altamente recomendable que, al determinar el precio de venta, se incluya en ese monto el IVA, para de así cobrar el impuesto al comprador.
La tarea aún no ha terminado, pues que lo que sigue es la emisión del Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI/factura), el cual dará forma fiscal a la transacción, este deberá expedirse a través de la página de internet del SAT, ya sea por medios propios o acudiendo a las oficinas de la autoridad para recibir apoyo con la emisión del comprobante correspondiente.
El proceso concluye con la presentación de una declaración en la cual se enterarán los impuestos a cargo de los contribuyentes (ISR e IVA), misma que generará una línea de captura (vigente por unos días) para que con esta se pague el impuesto correspondiente.
De lo expuesto a lo largo del presente, resulta claro que la venta de un auto siempre causará impuestos, ya que las disposiciones fiscales así lo establecen, no importando la forma en que se recibió el cobro.
Es de vital importancia que las personas físicas que planeen vender un vehículo analicen las implicaciones fiscales que se pudieran generar por la citada transacción comercial. Este es un motivo por el cual resulta pertinente asesorarse de un profesional para:
1) Conocer los riesgos que se podrían generar a nivel fiscal; y
2) Tomar una decisión plenamente informado respecto de las acciones que pudiera tomar la autoridad fiscal.
Asimismo, debemos considerar que llevar a cabo el pago de los impuestos por la transacción objeto del presente nos hará cumplir con los mandatos constitucionales que tenemos como ciudadanos de la República Mexicana. Sin embargo, es elección de cada persona el cumplir con las obligaciones constitucionales.
*M.F. y L.C.P.C. Eduardo Estrada Borja, integrante de la Comisión Técnica de Auditoría Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México.
Staff, F. (2023i). Vender tu auto genera impuestos. Forbes México. https://www.forbes.com.mx/vender-tu-auto-genera-impuestos/