Los virus, bacterias, hongos y toxinas no se ven, pero pueden estar presentes en los alimentos que consumimos. Es fundamental tomar medidas básicas de prevención para minimizar los riesgos de contagio y evitar enfermedades como la listeriosis o la salmonelosis.
Bacterias, toxinas y virus presentes en comidas y bebidas pueden ser los responsables de diversas enfermedades, como la listeriosis o la salmonelosis.
La mayoría de estas patologías producen síntomas gastrointestinales, como diarrea o vómitos. La clave para evitarlas está en ser escrupulosos con la higiene y manipular los alimentos de forma correcta.
Según informan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), diversos microorganismos son responsables de estas enfermedades, siendo la infección por Campylobacter la más común, seguida de la salmonelosis, causada por la bacteria Salmonella, y el norovirus, según los últimos datos publicados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). En España, solo en 2021, se reportaron más de 3.900 casos de salmonelosis.
Diferencia entre intoxicación e infección alimentaria
Es importante entender la diferencia entre intoxicaciones e infecciones alimentarias. Comúnmente, utilizamos el término «intoxicación alimentaria» para referirnos a cualquier enfermedad adquirida por el consumo de alimentos contaminados, pero en realidad puede ser incorrecto. Aquí están las diferencias:
Infecciones: Son enfermedades causadas por la ingestión de alimentos que contienen microorganismos perjudiciales vivos, los cuales producen daño en nuestro organismo. Algunos ejemplos incluyen la salmonelosis, infección por norovirus y listeriosis.
Intoxicaciones: El daño es causado por la toxina producida por la bacteria o el moho. Estas sustancias tóxicas no tienen olor ni sabor y pueden causar enfermedades después de que el microorganismo ha sido eliminado. Algunos ejemplos son el botulismo, la intoxicación estafilocócica o la producida por Bacillus cereus.
Ambas, infecciones e intoxicaciones, son enfermedades transmitidas por alimentos, pero difieren en su mecanismo de acción. Si desconoces qué tipo es concretamente o deseas referirte de forma general a problemas causados por alimentos contaminados, puedes utilizar los términos «enfermedades» o «toxiinfecciones alimentarias».
Consejos para evitar las intoxicaciones
Los virus, bacterias, hongos y toxinas no se ven, pero pueden estar presentes en los alimentos que consumimos.
Es fundamental tomar medidas básicas de prevención para minimizar los riesgos de contagio:
Cuidar la higiene personal, especialmente al manipular alimentos. Asimismo, mantener limpios los utensilios y las superficies que entren en contacto con ellos.
Proteger los alimentos de animales o insectos, que pueden ser portadores de microorganismos patógenos.
Evitar manipular alimentos y extremar la higiene en caso de padecer una enfermedad gastrointestinal.
Almacenar inmediatamente los alimentos que requieran refrigeración o congelación y no romper la cadena de frío.
Guardar rápidamente en la nevera las comidas preparadas y las sobras, consumiéndolas cuanto antes.
Tener precaución con la contaminación cruzada, manteniendo separados alimentos crudos y cocinados, y protegiendo los alimentos durante su almacenamiento.
Lavar las frutas y verduras si se van a consumir crudas.
Ante la duda, desechar el alimento antes que arriesgarse.
Siguiendo estas pautas, podemos reducir significativamente la probabilidad de sufrir enfermedades transmitidas por alimentos y disfrutar de una cocina segura y saludable. La higiene y la correcta manipulación de los alimentos son esenciales para proteger nuestra salud y la de nuestros seres queridos.
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