La llegada del otoño suele traer consigo cambios bruscos en el clima, lo que hace que las personas seamos muy proclives a ponernos malas. Las bajas temperaturas y el aumento de la humedad favorecen la expansión de los virus, aunque la manera de afrontarlos dependerá de la respuesta inmunitaria de cada persona.
Ten una buena higiene
Para evitar la transmisión de los virus, es necesario mantener una higiene adecuada. Teniendo en cuenta que los virus sobreviven varias horas, lavarse las manos a menudo es una medida necesaria para evitar los resfriados.
Evita cambios de temperatura
Cuando la temperatura corporal baja, las defensas se debilitan, por lo que es importante adaptarse a los cambios de tiempo y abrigarse adecuadamente en todo momento.
Haz ejercicio
Tener una buena rutina de ejercicios a diario fortalece las defensas, elimina las bacterias y mejora la circulación. Es ideal para prevenir los resfriados.
Apuesta por una dieta equilibrada
Una dieta con abundancia de frutas y verduras contribuye al correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Además, es recomendable incorporar platos calientes para mantener el calor del organismo.
Evita lugares con aglomeraciones
En los periodos más fríos del año es mejor evitar lugares con aglomeraciones y poco ventilados, ya que los virus circularán con más facilidad y tendrás más opciones de contagiarte.
Bebe muchos líquidos
Hidratarse bien, a través de agua, infusiones y caldos, ayuda a eliminar toxinas y gérmenes y es beneficioso para el organismo. Tu sistema inmunitario lo agradecerá.
Duerme bien
Un buen descanso es fundamental para mantener la buena salud del organismo y evitar que se debiliten las defensas, por lo que procura dormir a diario las horas necesarias.
Ni tabaco ni alcohol
El humo del tabaco irrita las vías respiratorias, facilitando el paso de bacterias y virus, mientras que el alcohol baja las defensas. Son dos malas opciones para evitar los resfriados.
Procura no pisar hospitales
A no ser que sea estrictamente necesario, procura no visitar hospitales en estos meses, ya que son lugares en los que se concentran las enfermedades.
No compartas objetos que estén en contacto con la saliva
Evita compartir objetos con otras personas, como copas, platos, cubiertos, para no contagiarte.
Ventila bien
Para reducir las posibilidades de contagio, procura ventilar bien todas las estancias al menos un par de veces diarias, especialmente si se concentran en ellas muchas personas.
No te juntes con personas resfriadas
Puede parecer una obviedad, pero no lo es. Procura evitar el contacto con personas que tengan síntomas de resfriado para no contagiarte.