Docta Magazine

Las bacterias de nuestro intestino podrían afectar a cómo respondemos al estrés, según un nuevo estudio

martes 4 de julio Ocho de cada 10 productos fabricados en México son exportados a EU y Canadá gracias al TMEC https://www.forbes.com.mx/ocho-de-cada-10-productos-fabricados-en-mexico-son-exportados-a-eu-y-canada-gracias-al-tmec/ martes 4 de julio Google lanza fondo de 2 millones de dólares para desarrolladores de juegos en América Latina https://www.eleconomista.com.mx/tecnologia/Google-lanza-fondo-de-2-millones-de-dolares-para-desarrolladores-de-juegos-en-America-Latina-20230627-0043.html Imagen de cookie_studio en Freepik

Un experimento en ratones ha revelado cambios en la manera en la que se comportan tras experimentar situaciones estresantes, en función del estado de su microbiota intestinal.

Las personas no somos un sólo organismo, sino que también servimos de hogar a millones de pequeños seres. Muchos de ellos no sólo nos habitan, sino que también cumplen con funciones vitales para nuestra supervivencia. 

Quizás la comunidad más conocida de estas criaturas microscópicas (principalmente bacterias, pero también virus y hongos) es el microbioma intestinal. En años recientes, los científicos han ido descubriendo que no sólo es fundamental para nuestra digestión, sino que se relaciona con cuestiones como nuestra salud cardiovascular o incluso nuestro estado psicológico.

La microbiota y el ritmo circadiano

En esta línea, un nuevo estudio publicado en el medio científico Cell Metabolism ha explorado el modo en el que la microbiota (término que aúna el microbioma con su medio, sus relaciones y sus funciones) y sus cambios a lo largo del día pueden afectar a la respuesta al estrés.

Para ello, emplearon modelos animales (ratones) en los que comprobaron que efectivamente se producían cambios en la microbiota ligados al ritmo circadiano (el conjunto de procesos corporales que marcan la alternancia entre sueño y vigilia, una especie de ‘reloj biológico’ de animales y personas). 

Posteriormente, eliminaron los microorganismos de estos ratones empleando antibióticos y estudiaron a los animales libres de microbioma para encontrar que el ritmo de variaciones en sus niveles de corticosterona (una hormona, asociada en estos animales a los ritmos circadianos y a la respuesta al estrés) se veía alterado. El equivalente humano a la corticosterona es el cortisol, la conocida como ‘hormona del estrés’.

Las bacterias afectan a las hormonas del estrés

Estos resultados, argumentan, parecen indicar que las bacterias intestinales influyen directamente en los ritmos circadianos. Análisis posteriores también señalaban a que los cambios en la microbiota pueden cambiar el ritmo de las vías del estrés en aquellas partes del cerebro que regulan la respuesta al estrés.

Concretamente, los investigadores expusieron a estímulos estresantes a los ratones, tanto a aquellos que conservaban su microbioma como a los que no, y midieron sus niveles de corticosterona. Así, encontraron que los que habían sido ‘limpiados’ de microorganismos no experimentaban picos de esta hormona en momentos específicos del día, en contraste con aquellos que los conservaban intactos. De la misma forma, mientras que los ratones con su microbiota intacta se retraían del contacto con otros ratones tras la exposición al estrés, los que habían recibido antibióticos no lo hacían.

Aunque se trata de un experimento realizado sobre ratones y por ello sus resultados no son inmediatamente trasladables a los seres humanos, tanto la microbiota como la regulación del estrés funcionan de un modo similar en ratones y en seres humanos. Por ello, los autores del trabajo concluyen que este estudio podría indicar que los cambios en la microbiota intestinal afectan al modo en el que respondemos al estrés a lo largo del día.

Artículo tomado de 20minutos, lea el original aquí.

Publicada el
Categorizado como Salud

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.